Soledad Fariña Vicuña


SOLEDAD FARIÑA VICUÑA
Nació en Antofagasta, en 1943. Estudió Ciencias Políticas y Administrativas en la Universidad de Chile, Filosofía y Humanidades en la Universidad de Estocolmo; Ciencias de la Religión y Cultura Árabe en la Universidad de Chile, es Magister en Literatura por la Universidad de Chile.

Ha publicado:
El Primer Libro, Ed. Amaranto 1985; Albricia, Ediciones Archivo, 1988; En Amarillo Oscuro, Editorial Surada, 1994; La Vocal de la Tierra, antología poética. Ed. Cuarto Propio 1999; Otro Cuento de Pájaros, relatos, Ed. Las Dos Fridas, 1999; Narciso y los Arboles, Ed. Cuarto Propio, 2001; Donde comienza el aire, Ed. Cuarto Propio, 2006.

Ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, italiano, catalán. Sus poemas han sido incluidos en diversas antologías.

Ha participado en encuentros de poesía y recitales en la Universidad de Chile, Universidad Católica, Universidad de Los Lagos, USACH, Univ. Diego Portales, Universidad de Concepción; Universidad de Valdivia; Columbia University; The Catholic University y George Town en Washington; Mount Hollyoke College, Smith College en Masachussetts; The City University of New York; Universidad Río Piedras, Puerto Rico; New York University (NYU); Casa del Poeta, Ciudad de México; Centro Cultural de España, Buenos Aires; Sociedad de Escritores de Chile en el Encuentro de Poesía Joven de Latinoamérica; Encuentro de poetas del Cono Sur, Coquimbo, entre otros.

Ha recibido:
· 1994 Beca para realizar talleres de creación literaria otorgada por el Fondo Nacional para la Difusión del Libro y la Lectura;
· 1995 Beca otorgada por el Fondo de Desarrollo de las Artes y la Cultura para escribir un libro de poesía;
· 2002 Beca para escribir un libro de poesía, otorgada por el Fondo de Desarrollo del Libro y la Lectura;
· 2006 Beca otorgada por la Fundación John Simon Guggenheim;
· 2006 Beca otorgada por el Fondo de Desarrollo del Libro y la Lectura para escribir un libro de poesía.

Ha dirigido talleres de literatura en Colegio Grange, Universidad Diego Portales, Universidad Mayor, Universidad Finis Terrae; es profesora de Literatura en Universidad de Chile, Escuela de Educación Inicial.

Menciona a:

Cecilia Vicuña
Ana María Briede
Miguel Vicuña
Juan Soros
Marcelo Novoa
Graciela Huinao


Poesía:

Hablar de los poemas, del sentido que tiene la búsqueda

inicial, me remite al silencio a la androginia y a una extraña

complicidad con el verde. Al goce que otorgan las palabras

abiertas a cópula y narciso -ya no en una violenta introspección,

sino en la suavidad transitoria del viaje- Soñar desde los árboles

sin intentar metáforas que se hundan en la tierra o eleven el follaje:

hablar sólo del verde y su estancia en el ser


Hoy

digo a este aliento

te abrazaré en mi pupila

te nombraré en el hueco vacío y

húmedo

de mi pecho enconado


subiendo
desde la raíz

mi savia licuará

todo rencor

apretado

por tanto tiempo

en la maraña del pelo


al borde de ese vértigo

caminaré por el filo

de tu mirada blanca

bajo la lluvia

tenue

de este cardumen

blanco

pronto a saltar de mi boca

(pero
¿habrás
colgado

la
flora

delante

de
mis
ojos?)


me detendré en los peces

en el instante

en
que
el
aire

desmadejó

su sonrisa
en el temblor de mi
labio


De Narciso y Los árboles

Víctor López


Víctor López nació en abril de 1982, ha participado en varias antologías en las que destacan “Desencanto personal”, 2003, editorial Cuarto Propio, “Gran capital”, 2005, editorial Calabaza del diablo y en la selección Nueva poesía 2005, también ha sido premiado con el premio hispanoamericano de poesía, revista vox/ amigos de lo ajeno/ y recibió además el 2006 la beca de la fundación Neruda.
Su correo es
vitoco.lopez@gmail.com


Menciona a:

Christian Aedo
Alejandra Fritz
Edson Pizarro
Marco Yupanqui
Raul Hernandez
Jaime Pinos
David Bustos


Poesía:


Los hermosos sentimientos hacen pésima literatura te
contaba yo. Te contaba que había estado viendo toda la
tarde documentales acuáticos en el cable- en Inglaterra una
chica llamada Mary algo así como Maria en Chile había roto
el record mundial de inmersión en profundidad.
Te contaba excitado que imaginaba que su cabeza explotaría como un
globo al tocar la superficie; aquellos globos rojos que una
vez infle en tu fiesta de cumpleaños y me besaste, mientras
estaba arriba de una silla colgando de un hilo al cielo raso
aquellas burbujas de colores. Existen peces que viven en las
profundidades abisales, como el pejesapo, de los cuales
cuelgan lamparitas chinas y otros peces que mi abuela
rebanaba en la cocina. Yo tuve miedo toda esa noche que el
cielo se viniera abajo. Tu novio decía que lo que le hacia
falta a la fiesta era la música y que los buzos lo máximo que
pueden aguantar la respiración es por un breve lapso de
minutos; yo le contaba borracho que para mi cualquier
sonido era música, cuando alguien se ducha, fríe un huevo
o tiene sexo y que los buzos verdaderos tienen agallas en el
cuello y pueden flotar en la oscuridad por años sin que
nadie descubra sus frágiles cuerpos de bailarinas, hasta que
se tiendan una mañana al fin junto a los moluscos
y cangrejos

***

Ayer nos despedimos, era tarde. Yo me fui caminando por
la calle oscura, detrás de los arbustos hay música rara e
insectos de colores que viven en las hojas verdes. En todas
partes existe la música -me dije. Todos tenemos en nuestro
interior un distinto tipo de música: clásica, pop,
experimental. Incluso la de algunos es una especie de
chillido, un vaso que se quiebra. Ese tipo de chico soy yo. A
veces me duermo en los paraderos y sueño que mis amigos
me envían poemas de amor por Internet, yo también les
escribo, les hago saber si algún rayo en stereo hiere o no la
tranquilidad de mi puerta. Después llego a una casa enorme
que no conozco, me saco las zapatillas para no despertar a
sus habitantes y camino a tientas tan solo siguiendo el ritmo
con mis dedos, sin darme cuenta que hay pequeños cristales
en el piso que se me clavan y voy dejando un tibio rastro
sonoro por donde camino.

***

Antes de quedarme solo, aquel verano nos tirábamos en la
alfombra y tú me lo apretabas para que no lo derramara si
no era en tu rostro. Teníamos la radio encendida de fondo,
marcando el ritmo. Aquel verano ese fue el ritmo de mi
corazón. Por la tarde nos servíamos helado. Cuanta gente se
muere en el mundo para que nosotros nos podamos servir
moras frías con crema, esa era la reflexión después de
comer y si un buzo con escafandra puede o no bajar hasta
las profundidades donde el plancton se ilumina como la
esfera brillante de una discoteca sin que su cabeza explote
en el intento. Aquel verano no recuerdo que hayamos
discutido nunca y nos besábamos cada cinco minutos para
quitarnos las manchas de fruta helada y crema ya seca de los
labios.

Kurt Folch


Kurt Folch (Valparaíso 1970). Ha publicado Viaje nocturno (Stratis, 1996) y Thera (Calabaza del Diablo 2002). Poemas suyos figuran en diversas publicaciones nacionales, así como algunas antologías de poesía chilena.



 THERA

Tarde en el sueño
llega el mensaje: dos

o tres

virutas de sal amargas
alivian la boca

del (antiguo) aliento a
légamo

negra miga del sol

de quien vuelve
sediento del claro vino

del otoño derramado al aire
en una solitaria y lenta ceremonia

en lo más alto

de un árido paisaje
materno y azul.


THE SKELETON COAST

"Here you will find peace, they said"
E. Jennings

La blanca herida del sol entre la bruma es el día
sobre el monótono paisaje que aparece
sin principio ni fin tras paredes limpias
de todo señuelo para la memoria.

Desde aquí se distinguen esas altas flores
sin nombre conocido que se alzan
sobre el nivel de la maleza: grietas
extendidas hacia el cielo de la tarde.

Y constante como el cansancio o el hastío sopla el viento
arrastrando oleaje de arena, cuerpos de insectos que giran

en el polvo. No hay caminos,

huellas que seguir o luces en la noche
que señalen dirección alguna.

Da igual. El tiempo

y la soledad no consuelan, ni conceden sabiduría:
desconocemos lo que se extiende mas allá
de esos horizontes de sal. Llegamos
a esta tierra inservible como desterrados
(nos gusta pensar) de algún antiguo imperio

o peces

ocultos en los rincones de un barco hundido
con la única certeza de haber sido la mala sombra
que se abrió sobre la luz del cuerpo amado,

un poco de humo
entre las piedras de cada lugar que pisamos, cargando el fastidio
de un permanente bregar entre pequeñas virtudes y torpezas,

falta de claridad:

no haber callado a tiempo, agostar
la hierba tierna que creció a nuestro alrededor.

En fin, cosas:

trucos simples para malgastar el tiempo: el vino, los amigos:
muletillas de la lengua repetidas hasta el cansancio
en el ocio de la tarde o en un cuarto a oscuras.

Nosotros que amábamos
los bosques y la lluvia,

esperamos

ahora, cada día
para sentarnos al sol

como si la vejez
y el miedo

nos marcaran la frente
pensando en la aridez de los desiertos.


BOCA DE PENUMBRA

Arriba y abajo
de habitación en habitación
cantas bien

junto al desastre. La boca

incrustada de penumbra
derrama sobre la carne el mosto
(su marca) amargo
que dioses celosos de todo
cuanto has perdido

-la alegría de viajes
inútiles, un par de lenguajes extraños;
la delgada sombra azul de los árboles
deshojados en grandes praderas de nieve-

depositaron

tras los huesos: es el relave
de un dialecto de erratas:
ansiedad que florece como un
cascabel de lamentos templados
bajo la luna que toca tu sangre.

Cantas bien
junto al cero

de un rostro. Entreabres

la boca, murmuras
algo irreparable, dices
fastidio, nombras
adoración.

Camilo Herrera

Foto: Nicole Dufournel


CAMILO HERRERA ESTAI
(Santiago, Chile, 1986)

Estudiante de 3º año en Ingeniería Civil en la Universidad Católica de Chile. Ha participado en varios talleres como “Oh, Poesía” de la poeta Teresa Calderón, Taller a Ojo Desnudo de Kurt Folch, Panorama de Poesía Femenina Chilena de Paz Molina y el Taller en Ruinas de Héctor Hernández Montecinos. Recibió el Premio Creación Literaria Joven Roberto Bolaño categoría poesía (2006) del Consejo Nacional del Cultura. Participa como editor en la revista matemapoética “Meiosis”. Entre sus obras, aún inéditas, se encuentran “Janine la Sensacional”, “Houston 5000” y “Rocco”. Contacto: enfervo@gmail.com

Menciona a:



Felipe Becerra
Agustín Hidalgo
Jorge Cid
Adán Vives

Poesía:


PROBLEMA 11

“Is there anything better than to be longing for something
when you know it is within reach?”

La tierra ha sido arrasada.
En el menor tiempo posible
reconstruya la población humana
a partir del conjunto
donde {los poetas chilenos}

Solución:

En 1929, Frigyes Karinthy (húngaro, 1887 – 1938) escribe “Cadenas”. En este cuento corto se plantean los 6 grados de separación, concepto basado en la idea que el número de relaciones de una persona ubicada en cualquier punto del espacio
crece exponencialmente con el número de enlaces en la cadena y sólo un pequeño número de enlaces son necesarios para que el conjunto de conocidos se convierta en una población humana entera, vale decir, entre Usted y yo existen, a lo más, 6 pasos.

Ejemplo:

1. Frigyes Karinthy escribe en 1929 el cuento corto “Cadenas”.
2. Ese mismo año
Alfred Hitchcock dirige la primera película sonora inglesa, “La muchacha de Londres”.
3. Leticia Vorphal llora el día de la premiere en su ciudad natal de Coventry. Tiene 11 años.
4. Mientras Coventry es bombardeada masivamente por la
Luftwaffe, los Vorphal van camino a un exilio impuesto hacia Chile. Leticia tiene 22.
5. En una pulpería ubicada en la Alameda, Leticia conoce a Fortunato Herrera Ventura. Se enamora de sus ojos mapuches y se casan.
6. Leticia muere de neumonía en Santiago de Chile a los 54 años. Deja un hijo: Carlos Herrera Vorphal. Él es mi padre.

Luego, como podemos ver, de Frigyes Karinthy hasta mi padre, existen 6 pasos o 6 grados de separación (el autor húngaro, Hitchcock, Leticia, los pilotos de la Luftwaffe, mi abuelo y él mismo

En el caso de la repoblación humana utilizando el conjunto se hace lo siguiente:

Operación 1:
1. Malú Urriola se sube a una especie de artefacto en Santiago de Chile.
2. Al verla en el cielo, millones de niños piensan que es un angelito.
(aparecen entonces los niños sobre la tierra)
3. Millones de ingenuos piensan que es un OVNI.
(aparecen entonces los ingenuos sobre la tierra)
4. Millones de tontos graves piensan que es un atentado al Estadio Nacional.
(aparecen entonces los tontos graves)
5. No era ni un angelito, ni un OVNI, ni un atentado: Era un globo aerostático y el proyecto fue financiado por el Fondart.
(aparecen entonces todas las instituciones)
6. En el blog de afinidades electivas (http://laseleccionesafectivaschile.blogspot.com), Malú Urriola menciona a Teresa Calderón.
(aparece entonces Teresa Calderón)

Operación 2:
1. Isabel Larraín, en el mismo blog, menciona a Diego Maquieira.
2. Los primeros 2 versos de “La Tirana” de Maquieira dicen “Yo, La Tirana, rica y famosa/ la Greta Garbo del cine chileno”.
(aparece entonces la Tirana y por qué no, todas las fiestas religiosas del norte de Chile)
3. Cuando un periodista la sorprendió fuera de su departamento en Central Park, Greta Garbo dijo: “Is there anything better than to be longing for something, when you know it is within reach?”.
(aparece entonces todo el cine bueno: el de los años 20, 30 y 40).
4. El verdadero nombre de Greta Garbo era Greta Lovisa Gustafsson y las únicas veces que salió de su departamento fueron para pasar un fin de semana en una cabañita francesa.
(aparece entonces toda Europa, entonces toda África y toda América, entonces toda Latinoamérica).
5. Francia fue alguna vez gobernado por Louis XIV, el Rey Sol.
(aparecen entonces todos los gobernantes y acto seguido, todos sus gobernados)
6. “Louis XIV” es un libro de Paulo de Jolly y fue mencionado por Tomás Harris.
(aparece Tomás Harris)

Operación 3:
1. Pedro Montealegre menciona a Héctor Hernández Montecinos.
2. Héctor Hernández finaliza todos sus mails firmando con las siglas “.h .h”.
(es grande el poder numerológico de la letra “H”. En tiempo del Tercer Reich, la misma firma era utilizada para referirse al saludo hitleriano).
3. La elite aérea, la
Luftwaffe, ataca Coventry un 14 de noviembre de 1940. Leticia Vorphal huele las cenizas que cruzan el Atlántico…

Así, n operaciones hasta que mundo haya sido repoblado.

Gustavo Barrera

Gustavo Barrera Calderón 
(Santiago, 1975) es Licenciado en Arquitectura por la Universidad Católica de Chile. Formó parte del taller de la Fundación Pablo Neruda en 1996 y al año siguiente obtuvo la única mención honrosa de los Juegos Florales Gabriela Mistral, convocados por la Municipalidad de Santiago. 
Ha participado en diversas manifestaciones públicas e intervenciones urbanas que integran música, poesía y puesta en escena. Sus textos han aparecido en revistas, antologías y discos compactos como Poesía Chilena para el siglo XXI, de la DIBAM; Al Tiro: panorama de la nueva poesía chilena, editada por la revista Vox de Buenos Aires; Círculo Infinito, antología editada por Al Margen en 2002; Ahora, también editada por Al Margen en 2004 y Cantares, antología de poesía joven chilena, compilada por Raúl Zurita para Lom. 
A principios de 2004 participa en el Disco Oscilación, poesía+electrónica editado por Propuestas Alternativas y Al Margen Editores, junto al músico Francisco Allendes con su trabajo Máquina de sorpresas. También integra el volumen 7 de la antología de voz Poetas Chile siglo XXI del sello Leutún, colección Rayentrú, aparecida recientemente. 
Algunos de sus poemas han sido traducidos al inglés para la revista independiente Rattapallax, editada en Nueva York en 2004. Exquisite es el título de su primer libro de poesía, publicado en 2001. También obtuvo la beca de creación literaria otorgada por el Ministerio de Educación de Chile en 2002 para escritores noveles y en 2006 para escritores profesionales. En noviembre de 2002 el sello El Mercurio-Aguilar publicó Adornos en el espacio vacío, obra que recibió el Premio Revista de Libros 2002, del diario El Mercurio.

Menciona a:

Alejandra Fritz
Alfonso Grez
Germán Carrasco
Marcelo Guajardo
Víctor López
Christian Aedo

Poética:


Yo que soy una psíquica vieja y ermitaña veo a través de sus ojos

He visto color
Me doy cuenta
veo un manto de vida parda sobre los árboles
estímulo de cuero, pelos y poros afilados
nada de eso les diré a ustedes porque nada entenderían

Yo que soy una psíquica vieja y desolada entiendo ciertas cosas
aunque todas las entiendo a mi manera antigua, cíclicas
primero las siento y luego la sensación se vuelve entendimiento
luego sensación, entendimiento y al final mis palabras
cuando las escriba en mi martirio extático de sacerdotisa
no resultarán más que un enigma que nada les dirá a ustedes.


Poesía:


El canal de las estrellas

Al otro lado del mundo o de un espejo
el canal transporta brillos de televisión sobre sus aguas

La experiencia lo demuestra:
el cuerpo desangrado se infla
y se hace más liviano que todo
incluso que el agua

Cuando intento enfocar el cuerpo
descubro que el espacio que éste ocupa
se encuentra completamente vacío
mientras que el espacio inmediatamente contiguo
parece estar abarrotado de miles
de pequeños cuerpos arrastrados por la corriente

Cuando intento atrapar el brillo con los ojos
descubro que este se compone
de millones de pequeñas lentejuelas que siguen brillando

Las cosas de la vida
El objetivo del victimario
no es la muerte
digamos el homicidio
aplausos para el victimario

El fin último de la víctima
es dejar de ser la víctima
y reducir al victimario
digamos maniatarlo

close up de la víctima
(si prefiere, víctima)
(si prefiere, victimario)

El camarógrafo y su arte
Cuando el camarógrafo intenta enfocar a la víctima
descubre que su rostro
ha sido borrado
mientras que el espacio inmediato parece estar dibujado
con el rostro de nuevas víctimas.

Cuando intenta enfocar al asaltante
descubre que su rostro
es idéntico al rostro
de millones de asaltantes
todos iguales en forma y proporción
a la figura arquetípica del asalto
e iguales en forma y proporción
a la distancia entre cada uno de ellos.

El periodista y la relación de los hechos

En el noticiero de las nueve
el periodista dice víctima

(y nadie escucha)

en el noticiero de las nueve
en otra época o en otro mundo
el periodista dice asaltante

(y nadie escucha)

El silencio que precede a las noticias contrasta el antes y el después con el silencio posterior a ellas.

De este modo la entrega noticiosa constituye un espejo áureo e invisible en forma de abanico o de plumas de pavo real.

Cada uno de los argumentos desplegados puede ser percibido como un ojo pintado o como una semilla plástica

En el mundo de las cosas sin nombre
asignamos un nombre a cada cosa
(risas)

De este modo nadie puede confundirse
(aplausos)

De este modo asignamos un interés a cada cosa
(risas)

Cada noticia tiene un nombre que la identifica y relaciona con las demás noticias
(aplausos)

en el noticiero de las nueve
(risas)

Alicia se multiplica

La multiplicidad de momentos de una cosa
es lo que hace que no transparezca su verdadero ser,
y justifica la pregunta de cuáles son sus principios verdaderos.
Xavier Zubiri


Alicia entra en su habitación
se tiende sobre la cama
y observa la vela sobre la mesa de noche
tras la luz de la vela existe una luz más oscura

Bajo la habitación
una segunda Alicia entra en su habitación
se tiende sobre la cama
y observa la vela sobre la mesa de noche
tras la luz de la vela existe una luz más oscura
Bajo la cama una tercera Alicia
observa la vela sobre la mesa de noche
tras la luz de la vela existe una luz más oscura

Dios observa la situación seccionada
desde fuera de la casa
observa simultáneamente todas las habitaciones
idénticas una sobre otra

Detrás de Dios
un segundo Dios observa
a través de la transparencia del primero
los ojos de Alicia
sobre la vela sobre la mesa de noche

el segundo Dios
no cree lo que está viendo
y vuelve su mirada hacia un tercer Dios
ubicado tras de él

El tercer Dios observa
a través de la transparencia del segundo y el primero
los ojos de Alicia
sobre la vela sobre la mesa de noche






 

Así pues, Adorno se formula una pregunta antropológica


Adorno se formula una pregunta antropológica
(y le sudan las manos)
¿Soy hombre o soy máquina?
lamentablemente no existe respuesta a esta pregunta antropológica
hombre o máquina
sólo existe el placer de funcionar

Adorno se formula una segunda pregunta antropológica
(y le sudan las manos)
¿Soy hombre o soy mujer?
lamentablemente no existe respuesta a esta pregunta antropológica
hombre o mujer
en la relación con las máquinas sólo existe ambigüedad

Así pues, Adorno deja atrás la antropología

Tomás Harris

Tomás Harris Espinosa (Santiago, 3 de junio de 1956)

Ha publicado:
ZONAS DE PELIGRO (Poesía) Ediciones Lar, Concepción, 1985
DIARIO DE NAVEGACIÓN (Poesía) Ediciones Sur, Concepción, 1986
EL ÚLTIMO VIAJE (Poesía) Ediciones Sur , Concepción, 1987
ALGUIEN QUE SUEÑA, MADAME (Poesía) Ediciones Letra Nueva, Concepción, 1988
CIPANGO (Poesía) Ediciones Documentas-Cordillera, Santiago-Ottawa, 1992
NOCHE DE BRUJAS Y OTROS HECHOS DE SANGRE (Poesía) Ediciones Mosquito, Santiago, 1993
HISTORIA PERSONAL DEL MIEDO (Cuentos) Editorial Planeta, Santiago, 1994
LOS SIETE NÁUFRAGOS (Poesía) Editorial Red Internacional del Libro, Santiago, 1995
25 AÑOS DE POESIA CHILENA: 1970-1995 (Antología) Editorial Fondo de Cultura Económica, Santiago, 1996

CIPANGO (Poesía) Editorial Fondo de Cultura Económica, Santiago, 1996
25 POETAS: 25 AÑOS (Antología de Poetas jóvenes) Dibam, Santiago de Chile, 1996
CRÓNICAS MARAVILLOSAS (Poesía) Editorial Casa de las Américas- Colcultura. La Habana-Bogotá, 1997
CRÓNICAS MARAVILLOSAS (Poesía) Editorial de la Universidad de Santiago de Chile, Santiago, 1998
ESTO ES EL AMOR (Antología de poemas de amor de autores chilenos)
ITACA (poesía) LOM Ediciones, Santiago de Chile, 2001
ENCUENTROS CON HOMBRES OSCUROS (Poesía) RIL Ediciones, Santiago de Chile, 2001
TRIDENTE (poesía) RIL Ediciones, Santiago de Chile, 2005.

PREMIOS
-Premio Municipal de poesía 1993 por su obra “Cipango”
-Premio Consejo Nacional del Libro y la Lectura, mención poesía inédita, por su obra “Los 7 náufragos”
-Premio Pablo Neruda de poesía 1995
-Premio Casa de las Américas, mención poesía, 1996, por su obra “Crónicas maravillosas”
-Finalista Premio Altazor 2001 (Mención poesía) por “Encuentros con hombres oscuros”

Ha participado en diversos Encuentros de Escritores y Ferias del Libro en Chile: Santiago, La Serena, Concepción, Antofagasta, Valdivia, Puerto Montt y en Gotemburgo, Suecia, Nueva York, USA, Santafé de Bogotá, Colombia. Haischtat, Alemania, Morelia, México. El año 1997 fue jurado en el concurso Premio Casa de las Américas, mención poesía, La Habana, Cuba.

Permanentemente ha publicado reseñas críticas y artículos teóricos en diversas revistas y diarios del país y del extranjero.

Ha sido director y editor de revistas de poesía: Posdata y Tantalia de Concepción, entre los años 1980-1987.

Parte de su obra se encuentra traducida al inglés. En “American Poetry Review”, septiembre-octubre de 1997. “Bomb”, “Americas Society”, entre otras.


Menciona a:


Paulo de Jolly
Carlos Decap
Carlos Cociña
Teresa Calderón



ZONAS DE PELIGRO

Así como largas y angostas fajas de barro
Así como largas y angostas fajas de noche
Así como largas y angostas fajas de musgo rojo
bajo la piel

Las zonas de peligro son ininteligibles. O las
prefigura un rojo disco de metal,
símbolo de un sol mohoso al fondo de una calle desmembrada
meado por os perros.

Las zonas de peligro son inevitables; te rodean
el cuerpo en silencio,
en silencio te lamen la oreja,
en secreto te revuelven el ojo,
sin el menor ruido te besan el culo
y los escasos letreros de neón ocultan su única identidad:
CAMPOS DE EXTREMINIO.

LOS CUERPOS

Innominados,
los cuerpos, como sin ojos, no sé si te miran,
pero te miran.


OROMPELLO I

Un disco pare es un ojo; una sangrienta córnea de latón.
Orompello es un puro símbolo echado sobre la ciudad.
Y las putas no tienen la culpa. Sólo cumplían con su deber.
El otro día nomás esperaba micro en la esquina del
baldío y oí una voz que me decía: “Ven y mira”.
Miré, y no había más que un caballo amarillo al tranco
por sobre la calle adoquinada.
Y un espejismo las putas vestidas de ropas blancas,
y un espejismo los eriazos floreciendo.
Repito, mientras esperaba micro en la esquina del baldío.
No me van a venir ahora con que Orompello es un puro símbolo
echado sobre la ciudad
y la casas siete casas con puertas de oro
y las putas siete putas vestidas con ropas blancas.


MAR DE LOS PECES ROJOS
Me pararon al frente, me dijeron
Habla
Y hablé.
Me pararon al frente, me dijeron
Desnúdate
Y me desnudé.
Me pararon al frente, me dijeron
Órnate
Y me incrusté oropel, pedrerías,
Oro falso
En el cuero.
(Aplausos)
No sufrí apremios físicos, debo decirlo,
Pero me rodeaba la muerte.
La noche, esa noche, era primordial.
Había calles angostas,
Pasos, gritos,
Cuerpos.
Los puntos cardinales estaban perdidos.
Yo estaba perdido, en un sueño, en una película.
La noche en Rumble Fisch.
El mundo era un círculo en blanco y negro
Despoblado por fantasmas
Habitado por dos peces rojos
Devorando s reflejo
a falta de víctima.
Todo esto era circular y referido por la muerte;
El mundo era circular, en blanco y negro, habitado
Por dos peces rojos devorando su reflejo.
Todo transcurría en el teatro o en el cine.
Todo transcurría en la calle o en un sueño.
Los puntos cardinales se habían perdido
Y el vértigo de la velocidad entraba por los ojos,
Por los poros,
Yo estaba poseído por efectos especiales.
La ciudad era un mar en penumbras,
Blanco y negro,
Dos peces rojos.
Devoraban sus reflejos.
Yo era un pez, Almirante, y la muerte
Otro pez.

MAR DEL DOLORIDO SENTIR
Me cosieron la boca y los ojos
Me inocularon coca cola en las venas
Todo transcurre en una película mexicana
What is your name me preguntó alguien
Desde alguna parte
Ahora ya no puedo seguir hablando por todos
Ustedes se esfumaron tras ese halo de luz
Los demás desaparecieron en ceniza
Se obliteraron en humo o lluvia de la ciudad
A mí me arrastraron por un pasillo angosto y húmedo
Como vientre
Rojo
(la intensidad del color filtraba la venda)
olía a pierna humana
como en el corredor de Maldoror
¿sugar mister? Me preguntan ocultos
por la radio tocaban un corrido
perros ladraban
la música se me emplasta por los oídos
por ahí puedo sentir bien
por acá no
el corrido comienza a arderme en los oídos
los hombres sacan pistolas
a mí me trataron como a todo prisionero de guerra
olvidando los tratados y la piedad
el pasillo se adensaba hasta el mismo color del miedo
ahora el espacio y las sensaciones eran intensidad pura
energía pura
mi cuerpo se confundía con el pasillo y mi pensamiento con mi
cuerpo
un perro negro metía y sacaba la lengua
muy rosada
la sangre me chispeaba en las venas
(me habían inoculado coca cola)
el pasillo se hacía verde azul dorado tras la venda
todo iba siendo brillo y color y ardor
I HAVE THE POWER
pensé entonces,
y desembocamos, como si fuera un coito, desembocamos:
aparecí en la calle Pedro León Gallo; había baldíos,
por todas partes, hierros viejos, raíles, huellas,
niños en desnutrición:
a la izquierda de mi cuerpo, de mi dolorido sentir,
había un túnel, rojo,
gruta vulva socavón o cueva,
las nubes descendían al nivel de mi cara,
un perro negro metía y sacaba la lengua,
amanecía en Concepción.

Antonia Torres


Biografía: Antonia Torres (Valdivia, Chile, 1975)
Es poeta, periodista y candidata a Magíster en Literatura Hispanoamericana Contemporánea en la Universidad Austral de Chile. En poesía ha publicado Las Estaciones Aéreas (Ediciones Barba de Palo, Valdivia, 1999), Orillas de Tránsito (Ediciones Secretaría Regional Ministerial de Educación Región de Los Lagos. Santiago, 2003) e Inventario de equipaje (Cuarto Propio, Santiago 2006). También la antología Ocio increíble. Primer Concurso Nacional de Poesía Joven Enrique Lihn, selección y prólogo (Ediciones Barba de Palo y El Kultrún, Valdivia, 2000). Parte de su poesía aparece publicada en varias antologías, entre ellas Poesía para el siglo XXI. 25 poetas, 25 años (DIBAM, Santiago 1996), Poetas Jóvenes Chilenos (Ediciones LAR, Concepción, 1998), Antología de la Poesía Joven Chilena. Poesía de fin de siglo (Editorial Universitaria, Santiago, 1999), AlTiro. Panorama de la nueva poesía chilena ((Ediciones Vox, Bahía Blanca, Argentina, 2001), Diecinueve (poetas chilenos de los noventa) (J.C. Sáez Editori, Santiago, 2006). Su obra ha merecido algunos premios, entre los que se destaca en Primer Premio en el Segundo Concurso Regional de Poesía “Luis Oyarzún” 2003 de la Seremi de Educación de la Región de Los Lagos.

Meciona a:

Javier Bello
Clemente Riedemann
Verónica Jiménez
Elvira Hernández
Kurt Folch
Alejandra Del Río
Manuel Silva
Juan Cameron
Rosabetty Muñoz


Las Estaciones Aéreas

Ediciones Barba de Palo, 1999.

Segunda inmersión
Andre Racz en la memoria.

“La memoria arroja y deja en seco
una multitud de cosas retorcidas;
una rama retorcida en la playa,
devorada; lisa y pulida
como si el mundo rindiera
el secreto de su esqueleto,
rígido y blanco”.

T.S. Eliot


Llevarse de la vida solamente
algunos tesoros encontrados en la arena:
trozos flotantes, boyas de madera, brillantes colores
conchas, caracoles
los restos que sobreviven de un desastre náutico
los pequeños tesoros reunidos
cada verano
dispuestos a lo largo de la costa
para descifrar el paisaje.

Cada piedra tiene aquí su correspondencia
sus concavidades en mordisqueadas rocas
se coleccionan piezas, redes
en donde cada espacio vacío del rompecabezas
quema como la sal
en los surcos de las manos de los pescadores.

Sólo restos
pedazos dispersos de un libro benévolo
materia encontrada al azar para leer las señales
el íntimo mapa de la existencia.


Orillas de tránsito

Ediciones Seremi de Educación Región de Los Lagos, Santiago, 2003. Premio Regional de Poesía Luis Oyarzún 2003.


Pláticas

I

Nuestra conversación se vuelve
una sala de cine vaciándose lentamente
al terminar la película que nos deja inmóviles
mientras el acomodador nos mira ansioso
apurando la cháchara y el pasillo.

El espacio en blanco que media entre tu taza y la mía
(o entre un extremo y otro de la cama)
es un vacío, un silencio, un no-lugar
de esos que en las ciudades acumulan hiedra
basura
o crímenes.


II

Guardamos conversaciones

en cajas de cartón
selladas y empolvadas bajo las camas
entre nuestras ropas y en el desván.

Como el amante que guarda los recuerdos de la amada
pinches caracoles marinos piedras cartas semillas
fotografías tristes testimonios
en una caja de zapatos como ataúd:
el rito del entierro es el mismo.

***

Patios oscuros
breves tragaluces en que el sol apenas
alcanza en su oblicuidad
a entibiar la hiedra que sepulta
la fugaz niñez, recuerdo

allí
entre inusitado pasto y lápidas
jugamos a las bolitas o pedaleamos casi
una bicicleta que apenas se sostenía en pie
entre un extremo y otro del territorio.

Patios traseros
o laterales
una de las siete maravillas del mundo antiguo
cuyos jardines colgantes desafiábamos
con la mira de un juguete
ensayo precoz de las sucesivas muertes
que enfrentaríamos afuera

Patios breves
sombríos aleros de la casa de Dios,
la nuestra o la del vecino
tres cuartos de cemento y uno de prado
la mágica proporción del tedio.
Como en un ring
cada esquina es un aliento en donde crecen
pequeñas flores, heroicos brotes de resistencia vegetal.

Algo de terror habita en estos patios
la noche que sube en sus cañones, sube al sueño
las preguntas que cuelgan de sus jardines
tal vez el día entero pende de la verja
de pronto, el ladrido de los perros que nos ata al presente.

Sorprende el tránsito por esta zona oscura
en la que el sol ilumina a destellos
(igual que en mi memoria)
los rincones húmedos que habitan caracoles
musgos y chinitas.

Un muro lavado por la lluvia
ahuyenta a los intrusos.

El surco anaranjado que dibuja el zinc en el suelo
juego de saltos y números
lo mismo que afuera
luche o rayuela
seis, cinco
descanso
cuatro, tres
descanso
dos y uno:
la cuenta regresiva
para entrar al cielo.

***

Inventario de equipaje

Editorial Cuarto Propio, Santiago, 2006 (en prensa).

Para Javier Bello

Sostener el cuerpo con palabras
como quien sostiene la bandeja del desayuno
en ascuas
esperando ser invitado a la ejecución o al banquete.

Sostener palabras con el cuerpo henchido
como se sostienen cartas, columnas o banderas.

Sostener un libro como predicador
cuando se lee, a solas, un poema en voz alta.

Así se sostiene el cuerpo:
con preñez y palabras
gruesas, delgadas
en aduanas y puertos

de este modo se declara el cuerpo:
inventario de equipaje, aunque ligero, una oración
o el denso humo de su quema.

Cristian Gómez O.


Cristián Gómez O. (Stgo., 1971) pierde a su hermano a los quince años. A los 27 sufre de crisis de pánico mientras se tomaba un café en Viña del Mar, acompañado de Marcelo Pellegrini e IsmaelGavilán. Tiene dos hijas. Estudia literatura, pero no se ha graduado.


Menciona a:

Héctor Figueroa
Marcelo Pellegrini
JaimeQuezada
David Bustos
Germán Carrasco

Poesía:

OSCURO COMO LA TUMBA
(Acción de arte, Cine Arte Alameda,
1999)

Cuatro tipos sentados en cuatro sillas
haciendo un semicírculo. Simulan ser una
familia. Al frente de ellos hay cuatro cadáveres
de gatos, crucificados y conectados a un interruptor
en la mano de cada uno de los individuos. En
cuanto la familia empieza a discutir, los ataques
mutuos se traducen en apretar el interruptor,
darle una sacudida eléctrica al gato que representa a
alguno de los aludidos, quien simula sufrir en su
propio cuerpo la descarga eléctrica. A medida
que la conversación (y las descargas) aumentan su
intensidad, los cadáveres se van, literalmente,
quemando. En el paroxismo de la disputa, el
padre se levanta y con una sierra –también
eléctrica– descuartiza a la madre (i.e., al
gato que la representa). Luego
el hijo hace lo propio con
el padre. Por último la
hermana menor completa el cuadro
asesinando al parricida –permaneciendo
como la única sobreviviente. Al
salir, son como las dos de la mañana
pero hay mucha gente en la calle de
ese sábado, nadie entiende nada. Algunos
en su incredulidad se van riendo. Otros
comentan que eso no es arte y más bien
parecen indignados. Yo fui solo y
salí solo.
EL JEFE DE OBRA O LOS MISTERIOS DEL HORIZONTE
(demasiados anhelos de escribir en el pasado)

Recuerdo, por ejemplo,
aquellas muchachas que alguna vez perseguimos
hasta sus casas, yo lo recuerdo, hoy son esas señoras
cargando con las bolsas del supermercado.

Nosotros somos un caballero en bicicleta con una
cortadora de pasto, nosotros que las perseguíamos
hasta sus casas, muertos de un ataque al corazón
por las deudas impagas del misterio

Yo lo recuerdo si miro al horizonte.

¿Era entonces en serio?

Las muchachas que perseguimos hasta sus casas
hoy tejen chalecos en una casa de reposo
cobran el montepío en un número de cuenta que no es
el nuestro
ni bañan sus espaldas con el aceite efímero de mis manos
para un sol que impertérrito nunca reparó en sus edades.

Pero si vuelvo a mirar al horizonte las veo otra vez
enemigas de lo absoluto, eternas humoristas
cuando el sol parecía brillar para siempre
en la falda más hermosa y la más vieja
de aquellas muchachas de antaño
casadas con un buen partido del ayer
antes de que el futuro sólo fuera esto.

Yo lo recuerdo, señor capataz.
Hoy soy esas señoras.
Cargando con las bolsas del supermercado.
Cada vez que miro al horizonte.

Héctor Hernández Montecinos


HÉCTOR HERNÁNDEZ MONTECINOS(Santiago, Chile, 1979)
Licenciado en Literatura (P. Universidad Católica de Chile). Doctor © en Filosofía mención Teoría del Arte (Universidad de Chile). Ha escrito en poesía No! (2001), Este libro se llama como el que yo una vez escribí (2002) y El barro lírico de los mundos interiores más oscuros que la luz (2003), los cuales aparecen reunidos en [guión] (Santiago: LOM, 2007), que es el libro hermano de [coma] (Santiago: MANTRA editorial, 2006) que reúne su trabajo poético del 2004 a la fecha. Putamadre (2005) es el primer volumen de una trilogía recopilatoria preparada por la editorial peruana Zignos, Segunda mano (2006) es el tomo siguiente. Ha sido becario del Consejo Nacional del Libro y la Lectura como ensayista (2003) y como poeta (2006), del FONDART para realizar su doctorado (2004 y 2005), de la Fundación Pablo Neruda (2005) y de la Fundación Andes (2005). Textos suyos aparecen en diversas antologías y revistas en Latinoamérica, EEUU y España. Algunos han sido traducidos al alemán, inglés, francés, catalán y vasco. Ha sido invitado a festivales de poesía en Argentina, Brasil, Chile, México y Perú. Escribe regularmente sobre literatura, subjetividad, cultura, arte y género en diversas publicaciones nacionales y páginas web, por los que ha participado en varios coloquios internacionales sobre dichos temas. Su trabajo poético se ha cruzado con música, fotografía, instalaciones y diversas realizaciones audiovisuales. Ha dirigido varios proyectos editoriales, hace performances y acciones de arte, collages en papel, ilustraciones, guiones y obras de teatro en pequeño formato. Más información sobre el autor en:
www.letras.s5.com/archivohhernandez.htm


Menciona a:

Paula Ilabaca
Galo Ghigliotto
Rodrigo Gomez
Pablo Paredes
Camilo Herrera
Arnaldo Enrique Donoso
Felipe Ruiz


La Aparición del Día
[ensayo de poema]

del libro [coma] (MANTRA editorial, 2006)


[1]

Todo ha sido un sueño
No me cabe ninguna duda
creyendo que pueden escribirse en algún momento

Tal vez sí
las dudas son sueños que no recordamos
y que nos persiguen poniéndose entre medio

de nosotros y cualquier cosa como los ojos
Escribo esto entonces con la duda y la certeza
de que no es ni esto ni aquello

Es un sueño que se continúa escribiendo
desde la primera noche de la humanidad
cuando un hombre o una mujer o un niño o una anciana

alzó su cabeza al cielo estrellado y se quedó absorto
Todo refulgía y estaba en movimiento
Los cuerpos celestes danzaban porque aún creían en ellos

se reían y cantaban los puedo ver
esas primeras gentes también los pudieron ver
desde una gruta o una caverna fría y húmeda

Es el mismo éxtasis que desbordaba a ese ser humano
la misma intuición de que esas pequeñas luces
son más grandes que la misma noche que las contiene

Esa es la esperanza la angustia y la alucinación
del poema que aún no se ha escrito
es la necesidad de ese anónimo

que tomó unas tablillas de barro y escribió en ellas
Desde ese único momento hasta el día de hoy
la noche está entre sus manos y las de nosotros

y todas las estrellas se han convertido
en las pocas letras
que aún quedan vivas en nuestras lenguas

Las bocas son esas cavernas frías
las bocas son esas noches rutilantes
Ojos Manos Lenguas que iluminan a través del poema

Sólo vemos su luz
porque las estrellas están muertas
y su último canto es el que se oye en cada noche

como esta misma en la que estoy escribiendo
Es la agonía de desaparecer
es la angustia de la Aparición del día

[2]

Dios no escribe porque no muere
ningún dios ha escrito un poema
ni ha vivido la angustia por la desaparición
Vive en el presente infinito
no conocerá pasados inconclusos
ni conoció ningún futuro olvidado

Entonces escribir es una agonía
la agonía de la aparición del tiempo
como en un gran teatro lleno de asientos vacíos

donde los asistentes vieron un espectáculo
que nunca existió y ese es el poema
El día de la creación es el mismo que el día del exterminio

y son una larga noche Dios no conoce el alba
el ser humano sí y esa es la Enfermedad del Amanecer
Cualquier noche la más nimia

hasta la que parece más trivial
está repleta de estrellas
y aunque no se vean están ahí

infinitamente más grandes que nuestro mundo
pero tan diminutas
Y son lo más parecido a un poema
escrito por cualquier dios
tanto un dios de la guerra como un dios del amor
O un dios de la fe o uno de la incredulidad

o uno de la contemplación o uno de la sangre
un dios del acopio o con cabeza de águila
Y al decir ‘águila’ pienso en cuántas sangrientas batallas

cuántos coitos cuántas travesías por océanos y desiertos
cuántos panes y carne cuántas maldiciones
para que la palabra ‘águila’ nos signifique un águila

y podamos pensar en un dios que se llame Águila dios
La lengua es una genealogía
es el resquicio de que alguna vez alguien susurró y dio un grito

y de entre ambos una palabra desesperada emergió
una palabra para contener la prepotencia de la realidad
Así todas las batallas los coitos las travesías los panes

la carne y las maldiciones poco importa si existieron
Todo lo que recordamos sólo son huesos polvo y escombros
para distinguidos y respetables hambrientos de un origen


[3]

El Río de los Huesos es un volumen histórico
que nace del ciclo de la sangre llamar y ser llamada
Es así que un caudal de voces de clamores

de gemidos y lamentos desembocará
en un país mágico y sabio que estará entre dos ríos
y uno de ellos es el Jardín Codificado

Allí un hombre o una mujer o un niño o una anciana
se acercará a la ribera inclemente
y tomará el barro para crear una figura

que no conoce pero que se le apareció en sueños
Ese barro es negro y rojo fácil de moldear
suave a las manos del mago del brujo

que es un prisionero feliz en envenenarse
con ese barro que será el origen de su enfermedad
pero a la vez su cura
Mancha ese barro es una mancha
esa tinta es una mancha
esa noche es una mancha

esa sangre es una mancha
una mancha sagrada y herida
que pone en jaque toda la limpieza del mundo

Todo está en contra del poema
el blanco es un color que no existe
porque jamás nadie lo ha visto

El poema está allí iluminado e incendiándose
en medio de la peor catástrofe que se recuerde
pero sobrevive

incendiándose e iluminado como el Sol Negro
que hace polvo todos los libros en el Desierto de la Ceniza
Es el Fuego Paralelo dos columnas que se besan

y forman un arco que es una entrada
no seré yo quien diga donde
será el poema que aún no se ha escrito

Todo lo que no existió debe aparecer
porque esa es la tentación de quien escribe
crear unos ojos para dejar de ver lo ya visto

a eso está llamado el poema
a sobrevivir cuando todo esté en contra
hacer de la tragedia el paraíso.
www.acheache.blogspot.com (Blog de Héctor Hernández)

Pedro Montealegre


Pedro Montealegre (Santiago de Chile, 1975) es periodista. Actualmente prepara la tesis del doctorado en Lengua y Literatura Hispánicas de la Universitat Jaume I, en Castellón, y forma parte de la Unión de Escritores del País Valenciano. 
Reside en Manises, Valencia, desde el año 2001. Ha publicado los libros Santos Subrogantes (Ediciones de la Universidad Austral de Chile, 1998); La Palabra Rabia (Editorial Denes, Valencia, 2005), y El Hijo de Todos (Ediciones del 4 de Agosto, 2006). Edita el blog: http://montealegrepedro.blogspot.com/.

Menciona a:

Javier Bello
Cristián Gómez
Héctor Hernández
Alejandra del Río
Alexandra Domínguez

Poesía:


Tómale el pulso: el aire pega: Ta-tá, Ta-tá. Ritmo de qué,
-caliente, rojo, golondrino de axila, hedor de testículos, azufre, hollín,
mango de cacerola expuesto a la llama. En la fiesta: transe: ¿sí o no?
-sobre el miedo- transidos, transar la fuga: chico contra la azucena:
friega, friega. La muerte es así. Era guadaña. Refriégate contra ella.
Tú viste eso: yo vi una azucena totalmente afilada. Un ángel salió
del vapor bostezando: Ángel, gira; yo soy condensar: gotas en vidrio,
tapa de olla al retenernos en Qué: ah, el hambre -sola para la sal,
tonta para tentar. Comida. Comida -Apréstate, ahí: están los peces:
se disputan la mosca. Sobre el agua, desde de la orilla, me come el pez
-abre la jeta -lo negro es cosmos, ¿lo adivinas tú? Allí, sobre el cielo,
desde el globo vacío, me zampo: ¿Qué? Una célula es Qué -la calle es igual.
Si decimos roto, lo roto viene y dice: ¿Qué? Y la Q abre una grieta
-y áspera. Del pliegue, un lisiado sale. Enseña: mira mi pata de madera.
Decimos madera: aludida viene y dice: ¿Qué? Y en la Q hay filiar
-velo enredado, un cordero en la zarza, hijo de Abraham- di: ¿No se llama
madreselva, acaso, ese tejido antiguo? Se llama luz -partiendo la nube,
gran insectario- alfiler para un grillo. El cielo era negro. Y yo dije, tú,
color de asesinados -manual de anatomía: todo traslúcido- Desaparecer,
di Pedro apareciendo. Manuel preso en ojos: manos de tierra
para ser deshechas. Cuentas de vidrio los ojos de pez -tus ojos, ¿qué hunden?-no,
no: llanto. ¡No! O reconocerlos lisiados: un niño, dime, ¿qué hace un niño
escondido en un muerto? Cuajo de plumas: era sarna lo que picó
la línea buena de tu mano; harina la protuberancia abierta de tu omóplato.
¿Nos confundimos con ángeles? No, moscas: larvas. Sanguijuelas.
Nos volvemos bichos. Y si miramos al pez desde afuera, en la orilla
-él salta, nos come. Se come. Se atraganta. Ja Ja: su espina. Ja Ja: su espina
era necesaria: o la inanición. Ja Ja ¿Nación? Perros de ciudad, hum: nutricios.

No, no. En el pueblo nunca se han visto perros. Un ladrillo de luz
te golpea el labio. Del Paf un grito escapa diciendo: ¿Qué se rompió?
Esa Q controlada, que baile, que baile. Dime esa Q que engloba la fuga
del ruido Paf. Yo sueno -sano- y mendigo el pulso. Ta-tá, Ta-tá, palpita ésa,
la irresistible guadaña -hoy día, azucena.. ¿Dónde estás? ¿Qué hedor
te consume ahora? Si te hierve algo, ¿adónde irá el resoplido?
Una célula está. Un niño lisiado también está -un sonido inaudible
lo corta en sílabas. El corte -sabemos- se inclina a parir. Cortaron, Manuel.
Cortaron, Pedro. Y vino el corte y dijo: ¿Quién me llamó? Unas membranas
haciéndose músculo, dijeron -músculo: a través de esa Q, yo nací sin días.
Tras el hambre, unos hombres se asomaron a la orilla. Boca de pez, boca de fe,
reflejo y reflujo. Lo decían ellos: yo sé lo que hubo. Países celestes,
decolorados con flama, dialéctica de llamar al hueso: digan, quién fue el nacido
que te sacó de cuajo ¿Hubo guadaña? El cuajo, el crujido dicen yo y yo.

De La palabra Rabia (Denes, 2005)

Carmen García


Carmen García (Santiago, 1979), fundadora y editora de Plagio (www.plagio.cl), ha participado en la organización de diversas actividades culturales. El año 2000 recibe la Beca para la Creación Poética Joven de la Fundación Pablo Neruda. El 2003 integra el taller Premio Mustakis/ Biblioteca Nacional, dirigido por la poeta Elvira Hernández. El mismo año, es distinguida con la Beca de Creación Literaria para escritores noveles del Consejo Nacional del libro y la lectura para la realización de su libro “La Insistencia”, publicado el 2004 por Libros de la Elipse. Actualmente reside en Nueva York. www.nosdivertimosenprimavera.blogspot.com


Meciona a:


Pedro Montealegre
Antonia Torres
Paula Ilabaca
Rodrigo Olavarría


Poesía:


Los Ojos de la Noche

Éste es el monstruo con el que soñaron las niñas
la habitación del silencio, los dientes del cangrejo
la rabia cuando orinábamos desnudas sobre la loza blanca
tras el suave parpadeo de los que nunca nos vieron.
Estuvimos ahí, las lombrices aparecían bajo tierra
y la jaula era ausencia en el fondo del jardín.
Estuvimos ahí
nos ocultamos por los rincones de la casa
tras los muebles, bajo los árboles.
Comimos la misma miel que los pájaros,
en conversación agitada con el viento
con las madres que piaban por sus hijos.
Nosotras, elegidas por una mano mayor
para cargar con los ojos de la noche
los huevos rotos de los pájaros.


El Llanto Sometido de los Espejos

La sonrisa de mi madre temblando en las esquinas
tosiendo el líquido amarillo
jugábamos con un revólver
aparecían mariposas desde mi vestido
nos enceguecíamos con el reflejo del sol
todo se iba quemando de a poco
las hojas, los insectos que caían en manos de niños con espejos
los ojos de mi padre se iban quemando
los habitaban cucarachas negras
el líquido amarillo que mi madre tosía
mi madre también era un bicho
temía a los espejos y a veces amanecía cubierta
hablaba a niños con espejos
la rodeaban y amanecía cubierta
aparecía en los espejos
con las manos ocupadas en las mariposas
ella derramaba la leche porque estaba amarilla
bebía agua salada y se iba secando de a poco
como las hojas o los insectos de niños con espejos
se iba secando
sobre la leche derramada
con los pechos salados
cucarachas en los pechos
negra la orina de mi madre
se quejaba al orinar
tosía el líquido amarillo, le dolía al orinar
mi madre amanecía cubierta de bichos
tenía espuma en la boca
y hablaba el lenguaje de los ciegos.


El Crimen de la Luz

Hay cuerpos en la laguna, helicópteros, hélices que cortan el viento como el dolor corta la respiración de mi madre. Es tarde y hace frío. Hay botes volcados en el agua, un viento siniestro que viene a destruirlo todo. Es tarde y hace frío. Nadie ha visto los zapatos de la niña. La niña baila ahora en otro lugar. Es de noche y la búsqueda no ha dado resultados. Sólo luces que alumbran fragmentos de la laguna, columnas que se alzan por sobre las aguas, columnas de luz que construyen el cementerio de las noches. Ese día, la luz que anunció tu muerte, fue una piedra oscura y pesada que cayó sobre nosotros.


Los Nombres del Vacío

En estas horas desoladas con perros gimiendo en el cuello de la noche, con perros que pasean entre la basura por el cuello de la noche, hay un ladrido que hace recordar, un ladrido que pasea solo por las estaciones y atraviesa los años como las cinematecas que huelen a orina. Ya no quedan vacíos sin nombrar, es lo que busca el perro de la noche. Éste es un conejo. Éste un gallo que camina ciego, que se asoma al pozo. Éste es un perro que pasea por la noche. Un perro en calles solitarias. Éste es el nombre del perro. El perro está en el cuello de la noche y dilata los ojos al mirar al pozo. El pozo está vacío y todos los vacíos están llenos de luna. El perro gime en el cuello de la noche con un ladrido mudo, una palabra que no reconoce oración ni dios.

Rosabetty Muñoz

Fotografía: Mariana Matthews



Rosabetty Muñoz: Nace en Ancud en 1960. Desde su titulación como Profesora de Castellano, ha ejercido labores de docencia en distintos establecimientos educacionales de Chiloé y participado activamente del desarrollo cultural del sur de Chile. 
Ha publicado Canto de una oveja del Rebaño, Ediciones Ariel, Santiago (1981); En Lugar de Morir, Editorial Cambio (1987); Hijos, Editorial El Kultrún, Valdivia (1991); Baile de Señoritas, El Kultrún (1994); La Santa, historia de su elevación. Lom ediciones (1998); Sombras en el Rosselot, LOM ediciones (2002)y Ratada , LOM ediciones (2005). Su poesía también ha sido incluida en diversas antologías, entre ellas: Un ángulo del mundo. Muestra Poética, Encuentro Iberoamericano de Poesía, RIL (1993); Veinticinco Años de Poesía Chilena, Calderón, Harris, Calderón, Fondo de Cultura Económica (1996); Antología del Poema Breve en Chile, Floridor Pérez, compilador, Editorial Grijalbo (1998); Escritoras Chilenas, Linda Koski, Editorial Cuarto Propio (1998); Antología de Poetas Chilenas, Eugenia Brito, Dolmen Ediciones (1998); Antología Poética de Mujeres Hispanoamericanas (Siglo XX),Idea Vilariño (compiladora), Ediciones de la Banda Oriental, Montevideo (2001).

Ha recibido distinciones por su trabajo, algunas de ellas son:
Mención de Honor en el Premio Municipal de Poesía de Santiago (1992- 1999); Mención de Honor, Premio Pablo Neruda (1996); Premio Pablo Neruda, por el conjunto de su trabajo (2000); Beca Fundación Andes (2000); Premio Consejo Nacional del Libro por Sombras en El Rosselot, como mejor obra inédita(2002); Obtiene Beca para escritores profesionales del Consejo Nacional del Libro y la lectura (2005) para escribir texto poético “En Nombre de Ninguna”.


Menciona a:


Sergio Mansilla
Clemente Riedemann
Manuel Silva
Floridor Pérez
Verónica Zondek


Poemas:

En Nombre de Ninguna

Y ésta es la Bernarda. Ella leyó en el diario una noticia
sobre el asunto de las guaguas botadas en basureros públicos
y se le contrajo de golpe el vientre vacío. Reclamó
en el juzgado al Primer Niño para acunarlo muerto, le puso
de nombre Aurora y lo enterró en un lugar sagrado para tener
dónde ir a dejarle flores. La tumba que compró es amplia para
que vayan llegando sus hermanitos.

La Sombra de la Hija

La sombra de la hija va cosida al costado
y murmura que nadie se muere la víspera.
Su ácida compañía es oleaje
en el mar espeso y opalino de la sangre.
Repite también que es falta grave
no dedicarse al amado, abandonarlo
en su ser finito, su pobrecito efímero.
Esta sombra pide ser sorbida
fusionada en mí. Ser amada de veras.
Le parece mezquino este gesto mío
de alargar la mano
y arreglarle un mechón
que cae sobre sus ojos.


Pequeño Retrato de la Ascensión de un Ángel

Dormido, de suave talante
sostiene una piedra en cada mano.
Allá abajo, en la terrosa humedad
una orla dorada rodea su cuerpo.
Las raíces susurran
los insectos suspenden su carcoma,
para contemplar la dulzura de este ángel.
(a pesar de los ojos abiertos
de sus labios coloridos
de su corona de flores frescas,
ya no está con nosotros)
Ahora que hemos visto cómo consiguió un nombre
cómo se hizo de una familia siendo ya cadáver,
ahora puede aflojar sus alas falsas
y dejar que la lluvia estropee el traje prestado.
Ahora es cuando se eleva entonando coplas
planeando sobre las cabezas de los asistentes.

Si no fuera por las cuatro velas encendidas
por las flores y el lavatorio debajo de la mesa
podríamos engañarnos:
esa cabeza reclinada en la almohada
ya no está con nosotros.
Quisiera el pequeño llevarse
hasta sus restos mortales
(para qué dejarlos, alivianados ya de su peso).
El nacimiento fue un breve paso.
En vuelo rasante pasó a recoger
un gesto de amor cualquiera
y dejó una cicatriz
esta línea finísima en el útero.
Misterios Gozosos
(Descansa en tu ala ahuecada)
Ese soplo que fuiste
se ha sumado a nuestro aire.
Tu nuevecito pulmón tiene ahora
el fuelle trabado.
Silencio en las cavidades.
Falta una mirada sobre las cosas:
la tuya.
Unos gramos perdió el universo
(aquí, donde todo es pérdida).
Cómo van a pesar tus obras
al final de los tiempos
cómo te van a pedir cuentas.

Adormecidos por el olor de las flores
el calor de las velas, el aguardiente
un poco ebrios
podemos ver cómo se acerca la barca
que viene a buscar al niño.
Los portadores tambalean
yendo al embarcadero.
Cegados por la luz del día
apenas notarán el traje descolorido.
Descansa y contempla
cómo los elementos se encargan
de borrar hasta tu nombre.

Gladys González


Gladys González ha publicado Gran Avenida (Ediciones La Calabaza del Diablo, 2004).
Antologada en Cantares: nuevas voces de la poesía chilena (Selección de Raúl Zurita, LOM Ediciones, Chile, 2004). Ha sido invitada al Festival de poesía Latinale (Berlín, 2006), Poesía Bogotá XIV Festival Internacional: "La poesía iberoamericana contemporánea escrita por mujeres" (Colombia, 2006), Novissima Verba: V Festival de Poesía Joven Edición Internacional (Perú, 2006), al Festival Mundial de Poesía: "Compartir el Mundo”, organizado por Chile Poesía (2005, Chile(Encuentro de poesía iberoamericana “Estoy Afuera” (2005, México), Encuentro de poesía latinoamericana “Salida al Mar I y II” (2004, 2005, Buenos Aires, Argentina) y al Encuentro de poetas jóvenes “Poquita Fe”, Primer Encuentro Internacional de Jóvenes Poetas (2004, 2006). Recibió una beca del Consejo del Libro para realizar “Conrimel. Primer Encuentro Internacional de Mujeres Poetas del Cono Sur” (Coquimbo, IV región, 2006), Mención Honrosa en los Premios Municipales de Santiago con el libro “Gran Avenida” en la categoría “Mejoras Obras Editadas año 2004” (2005), Beca Fundación Pablo Neruda (2004), Beca Taller Biblioteca Nacional (2003) y la Beca Fundación Gabriel & Mary Mustakis a Jóvenes Talentos (2002, 2001).
Menciona a:

Gustavo Barrera
Marcia Mogro
Diego Ramírez
Graciela Huinao

Poesía:

Paraíso
Aquí no hay glamour
ni bares franceses para
escritores
sólo rotiserías con cabezas de
cerdo
zapatos de segunda
cajas de clavos. martillos.
alambres y sierras
guerras entre carnicerías
vecinas y asados pobres
este no es el paraíso ni el
anteparaíso

Swing
Dua, dua, dua
Ella Fitzgerald
los ojitos de sueño americano
sacudiéndose
en el Savoy
Dua, dua, dua
Gladys González
los ojitos de heroína
sacudiéndose
en la Habana Club
oculta los colores del fracaso
en el mismo swing oscuro

Penumbra
Ella lo miraba desde el baño
orinando desnuda
en la taza del water
con su chaqueta de cuero
y un Jack Daniell's en la mano

Ella lo miraba desde el baño
retocándose el corazón
con un lápiz labial
en la penumbra de esa
habitación


Estampada
Sigo estampada
como un pedazo de género
barato
como un muestrario de dolores
que se vende apilado
al aire libre
recordando las historias
que han pasado por esta tela
los dedos que han delineado
cada figura del grabado

tomo las tijeras
saco trozos para pegarlos
en mi libreta
intercalo las palabras
con el tejido
para coser vestidos
tengo vestidos de calle
tengo vestidos de fiesta
tengo vestidos de cama
tengo vestidos
estampados en batallas
que no se han terminado de
escribir

Eugenia Brito


Nací en Santiago el 6 de Octubre de 1950. Estudié Pedagogía en Español en la Universidad de Chile, en la Facultad de Filosofía y Educación. Egresé en 1972. En 1973, comencé a estudiar una Licenciatura en Literatura en el Departamento de Estudios Humanísticos, Sede Occidente, de la Universidad de Chile. Menciono este lugar porque allí conocí a mis compañeros de generación; Diamela Eltit, Rodrigo Cánovas, Juan Balbontín, Raúl Zurita.

Posteriormente, gané un Concurso como Profesora Auxiliar en la Facultad de Filosofía y Educación, en el Departamento de Lingüística. Allí trabajé por seis años hasta ser exonerada, por razones políticas, en 1981.
 

Viajé a Pittsburg, U. S.A. y allí estudié un Master en Literatura Latinoamericana en la Universidad de Pittsburg (Master of Arts).

A mi regreso a Chile, publico mis libros Vía Pública . ED Universitaria. 1984 y Filiaciones. Ediciones Van.Sa. 1986. En 1989, obtengo la Beca Guggenheim.
En 1990, publico mi libro de crítica, Campos Minados (literatura Post-golpe en Chile). En Editorial Cuarto Propio.
 

En 1992, publico mi libro de poemas, Emplazamientos, con el que obtuve la Beca de Apoyo a la Creación Literaria de la Universidad de Chile y el Premio Municipal de Poesía en Santiago.
 

En 1998, publico mi Antología de Poesía Femenina Chilena, con apoyo de la Fundación Neruda y gracias a la Editorial Dolmen. Publico también mi libro de poemas , Dónde Vas.
En el año 2OO4, publico mi libro Extraña Permanencia y recibí invitación de la Feria del Libro de Bolivia, para presentar allí mi texto. También he sido invitada a Berkeley y a Brown, Providence, como poeta y crítica.
 

He viajado por Argentina, Cuba y Paraguay , con invitaciones culturales y como expositora de mi poesía o de mis trabajos de análisis literario.


Menciona a:

Carla Grandi,
Gladys González,
Stella Díaz Varín, sobretodo "Tiempo y medida imaginaria"
Cecilia Vicuña,
Ximena Adriasola

Poesía:

RETABLO ROJO
(fragmento de Dónde Vas )


La primera María avanza a la extinción.
Va sola.

Está sola
pero ella guarda en su corazón el secreto de las tres Marías
De modo tal,
Que su marcha es para ellas la negación a la calma.

Su marcha es un temblor
¿Por qué se va?

Adónde?

Los vientos de la noche buscan un perfume.
El perfume de ese secreto, de esa triple cifra
Es vago y es compacto.

Y los vientos de la noche, esplendentes, ruidosos,
Decoran a la muerte.

Triunfal es el jadeo de su ornamento
Mortal y sacro.


Así te invocaron, Primera María:

Bruja

Joya

Diosa

Así te llama María la segunda en su desespero:

Sueño:


La casa en mi mente cruza el abismo, pero éste me alcanza

Me cubre y todo el cabello se me prende
Entre las piedras.

Me miro: qué figura más seca la que aquí se me expande
Yerta y extendida como un cosmos sin alas


Pintada de azul, cruza Santiago.
Dos tubos de neón son suscrayones
Virulentos, plásticos, viciados
Turban este cielo en un solo flash como una
Ultracontaminada.

Para su clamor en rosa, los anuncios responden. Se amortigua en gases metalizados,
Pero su resistencia es cierta.

Desde su traje salen las letras, daría mi vida por una canción, susurra.
Una canción, aunque fuera
Breve.

Y la fiesta no se tarda.

Aclamada por la muchedumbre que no la reconoce, parcelada de brillos y de escamas metálicas, aparece, en una emisión de un virus violento, de ácido lisérgico derramado enteramente en los espectadores:

Mi teatro favorito, piensa, las pinceladas nacen desde los acueductos,
Justamente en el punto en que la tierra es agua.

Se retiene, se palpa el brazo
Hunde la mano en la cadera y gime

“Yo, protagónica- primera figura de un baile sinuoso-
Me escriben con un lápiz tan negro que voy a abrir un agujero infinito.
Será un hoyo profundo, una gran escalada, mis edificios se cimbrearán y moverán
La arquitectura moderna”.

Un joven maquillado la sorprende y la besa.
“mi escena- le dice-
la contemporánea”.


Mas ella se detiene:
Soy sólo una cita,
La efigie del terror,
La gran drogada.


Desaparecida en una vidriera se carga

Ahora parece una beata bucólica, un icono, una síntesis recia
del Altiplano, una estrella desencarnada, una llama.

Su preferencia es por el paseo público,
Por las cintas que colman su cintura
Dorada y negra

Por una sintaxis previa, que se precia de poner el lomo,
A horcajadas en la piel, firme y a golpes como una pantera
O un tigre de Bengala

Si animal ella fuera, mostraría su laxitud que se mezcla con las tonalidades del
paisaje, así de fértil la suspensión que la metaliza en la barriada general de las aguas.

Rostros pintados observan

(¿serán los mismos que inauguraran el alba de los coya?)

¿Será la misma la que aterriza, volátil, feble, un líquido totémico que ausculta con su fuerza la preciada galería de esta madrugada?

Desde un sueño, la primera María les responde:

Ah, rostros quiméricos,
aviso de mis mudas,
mi rotación ha sido total.


Duerme en vela la siesta de los encarnados rasgos
antorchas fugaces que precisan la guerra


Vuelve a seguirla el orfebre dérmico.


Te tallaré como una joya,
Te haré brillar,
Sobre todas las manos, sobre todos los rostros
Como tú lo pidas

Serás una cubierta esplendorosa
una confesa gloria mi revuelta

La tinta que reúna tus pigmentos
Será el color que ceñirá la patria.

Palabras que la asedian a ella.
La multiplican en su narrativa.

Trastorno híbrido y veloz
nieva y lúcida.

Emano /emano
Para atrás ese brillo.

***

Mi viaje fue hacia el Sur
Un trastorno epidérmico

Vengo desde el Norte,
Soy un esmalte antiguo.

***

Mi guerra ha sido brindar
Un nombre al deseo voraz de la memoria
A su obstinación que quiebra los sentidos
Al milenario goce.


Mi guerra ha sido asistir a mi propio duelo
En el orden del mundo.

Y mi duelo consiste en abrir las materias
A su propia espesura y a su anchura de roce.


***


No quise permanecer en esta tierra ingrávida.
No quise la hostilidad de sus habitantes.

No quise arar más la vida entre los páramos
Ni escuchar este viento.


Primera María, terror que obtura el espejo del habla

María, la primera, pasión de su verdugo, el ensayo del crimen
Sobre la patria indemne.

Primera María: eco, suburbio de los ecos.

¿consideraste tu propia épica del tamaño de un hueso
Para partir y legar tu diván milimetrado en el asombro del tiempo?

Legar la imagen suntuosa de tan opaco sino
Legar la noche y la expresión gravosa
Legar la cara.


Legar la noche y su pantomima.
Legar el olor y su llamada al tacto.


Su condición precaria
Irreverente al discurso



Tácita.