René Silva Catalán



René Silva Catalán (Santiago, 1971)
Egresado de la carrera de Publicidad de la Universidad de Santiago Chile, ha sido invitado a varios encuentros de poesía dentro y fuera del país, recibe el Primer Lugar en género Poesía en la 15º Versión del Concurso Literario de San Bernardo año 2008 con el libro “Anatemas”, que luego publica en Editorial Fuga el año 2009. También ha realizado trabajos como gestor cultural y como diseñador gráfico para otros escritores. Es uno de los organizadores de Descentralización Poética.

Nombra a:

Oscar Saavedra
Elvira Hernández
Alejandra del Río
Felipe Ruiz
Manuel Illanes
Eduardo Leyton
Ana Montrosis
Georgina Canifrú
Marcelo Arce
Angela Barraza


POESÍA:

INTELECTUS

Ahora ya sé quien soy
el prójimo de las escrituras
__________sin agua ni merced
__________me llamaron varón

Un graffiti cualquiera en la pared que imagina
dibujar lo que fuese
menos a Dios en una sola O

Ahora ya sé quien soy
mujer madre nunca pontífice

No soy

La súplica mal leída y alucinada
del Padre Nuestro al morir____no

Soy quien se arrodilla
ante el nacimiento ante la muerte ante la resurrección
ante la bronca del pan y del vino.


BROTES
 
Hemos arrendado un balcón de tranquilidad
Mi hija mi mujer y yo____________vecinos
a un sol que aparenta ser de confianza

Angelito al que le hemos puesto en vez de aletas cuatro plantas
para que no intente volar este invierno
 
El más veterano un ficcus___el masón de la casa_    _el quijote
un filodendro de cejas anchas que vigila siempre al ojo de buey
para no abrir de golpe_____________ _a una canción de amor
 
Por mi costado__________________ _un gomero chiquillo
que no aspira a cristianizarse ni a un macetero más amplio
aunque le metamos a la fuerza cápsulas de fertilizante

Por último
jadeando sus brotes a la constelación de Musca
______________________ un helecho huacho

Lo miro hincharse a las cero dos y veintisiete
la madrugada________ _jardín del insomnio
 
EN LA VENTANA
 

Desnudo como un cráneo de sol
lanzo murmullos de nubarrones
______________   _y a tientas
fecundo el cuello pálido de la luz

Un bocado en ella se traga la agonía
________________ _en los charcos
imágenes cansadas
 
La lluvia se detiene
sumergida en el aullido
y en la tribuna de mis ojos
descubro el rosario de mi madre

En la ojera de la luna
________     transita

un cigarrillo
y el gorrión de barniz
picotea un orificio en la metáfora

Mientras yo
escribo para el salario de la tarde.

SEPTIEMBRE TRES
 
Levantarse / sentir / compararse / mirar
detrás / mi amor / preciosa hija / pronto
sudor / bañarse / acaso la muerte / frío
incontable / tenso / el pc / virus / castigó

Vestirse / abrigarse / otra mañana / el horizonte
no tenía idea / existe la nieve / el bus / la gente

Paine____Buin___Linderos__San Bernardo

Desciendo / el trabajo / de nuevo / el saludo / río / un apretón / engaño
la torta del Paypas / no tomo jugo / el pan con cecinas / me llamas
vida / dame espacio
un afiche / cuerpos quebrados / el mail
rechazar algunos / ingresaron / diversos / un beso tía

Las dos / las llaves / almuerzo / una revista diabólica / olvídalo
tengo sueños / corrijo / contesto / te amo madre
la invitación / otro bingo!!! / la firma / el disidente / meo
pinchazo / un bastonazo / arrojo / la empanada / ya me voy / nuevamente

San Bernardo__Buin______Linderos________Paine

La gente / el bus / las estrellas / sin horizonte
la muerte / acaso / bañarse / mi amor / te amo hija / soñando
mirarse / curioso / tengo canas / solitario / con Cristo / me duermo

Feliz Cumpleaños

Jorge Teillier


nació en Lautaro, el día en que murió Gardel, el 24 de junio de 1935, y murió el 22 de abril, Día Mundial de la Tierra, de 1996.


Selección de Carmen Avendaño 

En la secreta casa de la noche

Cuando ella y yo nos ocultamos
en la secreta casa de la noche
a la hora en que los pescadores furtivos
reparan sus redes tras los matorrales,
aunque todas las estrellas cayeran
yo no tendría ningún deseo que pedirles.

Y no importa que el viento olvide mi nombre
y pase dando gritos burlones
como un campesino ebrio que vuelve de la feria,
porque ella y yo estamos ocultos
en la secreta casa de la noche.

Ella pasea por mi cuarto
como la sombra desnuda
de los manzanos en el muro
y su cuerpo se enciende como un árbol de pascua
para una fiesta de ángeles perdidos.

El temporal del último tren
pasa remeciendo las casas de madera.
Las madres cierran todas las puertas
y los pescadores furtivos van a repletar sus redes
mientras ella y yo nos ocultamos
en la secreta casa de la noche.


Poemas del país de nunca jamás, 1963

XX

Quedé solo en medio de un bosque.
El bosque ya no me reconocía.
Hermanos y amigos partieron
hacia los cuatro brazos del horizonte.
En la lejanía encendían fogatas en círculos de piedra.
Me senté junto a una hoguera a punto de extinguirse
sin poder recordar
cuales eran las piedras de donde nacía el fuego,
esas piedras que me enseñaron a frotar
una mañana de caza.
El bosque se estremece soñando
con los grandes animales que lo recorrían.
El bosque cierra sus párpados
y me encierra. 

Crónica del forastero, 1968


Bajo el cielo nacido tras la lluvia

Bajo el cielo nacido tras la lluvia
escucho un leve deslizarse de remos en el agua,
mientras pienso que la felicidad
no es sino un leve deslizarse de remos en el agua.
O quizás no sea sino la luz de un pequeño barco,
esa luz que aparece y desaparece,
en el oscuro oleaje de los años
lentos como una cena tras un entierro.

O la luz de una casa hallada tras la colina
cuando ya creíamos que no quedaba sino andar y andar.

O el espacio del silencio
entre mi voz y la voz de alguien
revelándome el verdadero nombre de las cosas
con sólo nombrarlas: “álamos”, “tejados”.
La distancia entre el tintineo del cencerro
en el cuello de la oveja al amanecer
y el ruido de una puerta cerrándose tras una fiesta.
El espacio entre el grito del ave herida en el pantano,
y las alas plegadas de una mariposa
sobre la cumbre de una loma barrida por el viento.

Eso fue la felicidad:
dibujar en la escarcha figuras sin sentido
sabiendo que no durarían nada,
cortar una rama de pino
para escribir un instante nuestro nombre en la tierra húmeda,
atrapar una plumilla de cardo
para detener la huída de toda una estación.

Así era la felicidad:
breve como el sueño del aromo derribado,
o el baile de la solterona loca sobre el espejo roto.
Pero no importa que los días felices sean breves
como el viaje de la estrella desprendida del cielo,
pues siempre podremos reunir sus recuerdos,
así como el niño castigado en el patio
encuentra guijarros para formar brillantes ejércitos.
Pues siempre podremos estar en un día que no es ni ayer ni mañana,
mirando el cielo nacido tras la lluvia
y escuchando a lo lejos
un leve deslizarse de remos en el agua.
Melusina

Infiel como el ala de los pájaros infieles,
Tu siempre serás mía:
Los eucaliptos sangraban,
Un caballo ciego fue a agonizar entre los rieles
Porque no quería ver el fin de nuestro amor
Mientras se marchitaban los dedales de oro sembrados por un loco,
Tú siempre serás mía,
Infiel como el ala de los pájaros infieles.

Para un pueblo fantasma, 1978


tras releer a Li Tai Po

a Jaime Valdivieso


Cornejas en Temixco. Y un cuervo blanco
en mi bolsillo. Cornejas chillan en Temixco.
Fue hace tres años. Y ahora cuento
que alguien me ha traído a Miguel Claro
un aroma de copal y Día de Muertos en Pátzcuaro
y campesinos velando a medianoche
bajo la llovida tumba de los antepasados
conversé bajo el níspero cuyas hojas
embriagan dulcemente
el añejo sol del paso del invierno.

Me gustaría atrapar un cuervo blanco
y recordar los pasos de los caballo de Hernán Cortés
frente al puente de tu casa.
Me gustaría ver el rostro de esas muchachas rubias
como hojas reaparecidas en la hiedra del viejo Pedagógico,
y nuestras caminatas por los senderos del Ñielol
y el Puente de los Mellizos.

“Pero no quiero cubrirme de plumas
ni que mis ojos se tornen cuadrados”.

Mi castigo es no querer sobrevivir la inmortalidad.

El molino y la higuera, 1993



Viendo Casablanca donde Lorenzo Peirano

Rick el ¨Boss¨
no recuerda en dónde estuvo anoche
y yo tampoco.
Lorenzo Jr. me pide que en vez de escribir
me coma los papeles en blanco.
(Debo llamar por teléfono
pero no me acuerdo del número de ningún teléfono).
Hoy día murió Modugno
“Ciao, ciao bambina, non ti scordare/ vorrei trovare parole nuove/
ma piove, piove sul nostro amor”.
“Bueno, uno entre y otro sale”.
“El mundo siempre acoge a los amantes”
Eso escuchaba decir Ingrid a Boggie.
“Todo se derrumba y nos enamoraremos”.
“el país está lleno de traidores que buscan un líder”.

Siempre tenemos que hacer algo
mejor de lo que en verdad tenemos que hacer.
Estamos en un mundo
donde siempre podemos ser detenidos por sospecha.
Los alemanes han perdido todas las guerras que iniciaron
y también sus discípulos
a pesar de que imiten su paso de ganso en parques con olor a chicha y a fritanga.

¿Cómo habla un Boss?
¿Habrá ñoquis hechos en casa?
¿Por qué Miguel Antonio no quiere salir del corral?
¿Hablaremos del pazzo Campana
o de la bella suicida Antonia Pozzi?
De ellos nos traerá noticias
el armado Padrino Volpe.

Hasta luego, hasta luego.
Voy a juntarme con Montale y Dora Markus
en la Casa de los Aduaneros.

“Toca otra vez Sam”.
Tal vez todo no es más que una simple melodía
y nadie debiera recordarme.
“Toca otra vez Sam”.

Molino del Ingenio, diciembre 4/95

En el mudo corazón del bosque, 1997


Alexis Castillo Jordán




nace en Linares el 08/12/1975. Es Licenciado en Lenguas y Literatura Hispánica de la Universidad de Chile. Fue miembro fundador de la revista de literatura Pájaro Verde, hoy desaparecida. Ha participado en talleres con Gonzalo Millán, Alejandra Basualto y Javier Bello (centro cultural de España y Universidad de Chile respectivamente). Ha participado en diversas lecturas (toma cultural Pablo de Rokha años 200, 2001, 2002, lectura en casa de la cultura de Linares año 2005, y lectura proverbios para paranoicos en la Universidad de Chile año 2009).Tiene dos libros sin publicar: Me inicié en los bares y Bitácora del tigre y se encuentra trabajando en uno que tentativamente se llamaría El desarreglo de los sentidos.


Afinidades electivas:

Javier Bello
German Carrasco
Leonardo Sanhueza
Francisco Véjar
Rodrigo Olavarria
David Villagrán
Renato Fuentes
Manuel Illanes
Matías Ellicker
José Luis Rodriguez Jara
Marcelo Guajardo Thomas
Verónica Jimenez


Poesía:


Me inicié en los bares

para los amigos reales e imaginarios en las lides etílicas

Me inicié en los bares a eso de las seis

cuando sólo tenía diecisiete. Me inicié
por los confusos caminos del alcohol
antes que las brasas de la tarde se apagaran.

Y la costumbre se hizo rito sagrado
y la palabra una suerte de trueque
y la vuelta a casa un tambalearse feliz
bajo las pálidas estrellas de la noche.

Me inicié en los bares y así pasé mi juventud
gastando tiempo en cosas sin sentido
o con la mueca del tedio cuando no había
una buena cerveza para terminar la jornada.

Llegada la mañana fue difícil
asumir que nos perdimos en los bosques del licor
cuando la niebla del invierno fue densa
y no pudimos ver las huellas de la ruta.

Me inicié en los bares a eso de las seis
de tarde en tarde pasé horas junto al vaso
con la risa del que nunca termina de asombrarse
y el saber que todo expiraría de un momento a otro.

Entonces siempre fue bienvenido el penúltimo vaso
para brindar por la vez primera en que llegamos al bar
a eso de las seis cuando teníamos diecisiete
y las brasas del atardecer aún no se apagaban.

Aeropuertos


Brizna sobre el chaleco verde de la niñez.
Agua sobre el pavimento gris de la ciudad.
Sol del amanecer: autos, calles, edificios.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

Casas baldias, chaquetas fantasmas, mudos roperos.
Parques solitarios, edificios abandonados.
Hospitales asilos imaginarias prisiones.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

Irreparables artículos del hogar:
enceradora, lavadora, aspiradora,
televisor, radio, angustia y pánico.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

Pesados abrigos colgados de la cuerda
floja como la tarde que veíamos caer
desde el corto y angosto patio de la juventud.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

Libros bajo el parrón de la locura.
Lápices y cuadernos como fármacos.
Perros desvelos de la noche.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

Servilletas marcadas con rouge pasajero.
A medias la copa de tristeza sobre el mantel:
despiadados recuerdos, amargas derrotas, torvos reflejos.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.

Guardias de lo sagrado: pan, vino y soledad.
Ronca sombra del nogal enmohecido.
Inexorable bosque negro de la muerte.
No saben lo difícil que es estar en un aeropuerto.


Tienda de caza y pesca

Entro. Miro un escaparate.
De arriba abajo. Rifles negros.
2 tipos tras el mesón: hablan.
Doy la vuelta hacia
el otro escaparate: anzuelos
para la pesca con mosca.
Desde ahí al mesón de vidrio.
Armas, pistolas diferentes.
Veo su valor, las observo con
detención. Los tipos callan.
Luego salgo. Nadie dice nada.
Nadie da las gracias.


Metro

Ando solo en una multitud de amores”
Dylan Thomas

Atestada la gente.
Rostros cansados, enfurecidos,
tristes. Yo de pie frente a la
puerta de salida. Miro mi rostro
en el vidrio y me gusto, me veo bien.
A mi lado una joven rubia, me toca.
Pienso en que quiere que le hable.
Antes había pensado yo en hablarle.
Suben y suben pasajeros. El metro
avanza. El aire sofocante.
Ella se baja en República.
Yo en Universidad de Santiago.