Juan Cameron

Juan Cameron

Libros en poesía:


Las manos enlazadas, Edeval, Valparaíso, 1971
Una vieja joven muerte, Del Café, Valparaíso, 1972
Perro de circo, Edición del Premio Rudyard Kipling, Santiago, 1979
Apuntes, Del Café, Valparaíso, 1981
Escrito en Valparaíso, Gráfica Marginal, Santiago, 1982
&, Del Café, Viña del Mar, 1984
Poesía dispersa, LAR, Concepción, 1985
Cámara oscura, Ed. Manieristas, Santiago, 1985
Video Clip, Bikupa, Estocolmo, Suecia, 1989
Como un ave migratoria en la jaula de Fénix, Rusadir, Melilla, España, 1992
If I go back/ Si regreso, Antología, Cola Franzen, New York, 1993
Tras el propio paisaje, selección Héctor Rosales, Barcelona, 1996
Registro curricular, Cuadernillo, Ed. del Café/auto edición, Valparaíso, 1997
Cuaderno de Rosario, edición del autor, Valparaíso, 1998
Visión de los ciclistas y otros textos, Ed. Villanueva de La Cañada, Madrid, 1998
Jugar con la palabra, (antología 1971-2000), Ed. LOM Santiago, 2000
Versos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados LOM, 2000
Canción, SECH, Concepción, 2002
El bolero de los ángeles, Ed. Altazor, 2006
50 poemas, Alajuela, Costa Rica, 2007
Treinta poemas para leer antes del próximo jueves, Editorial Costa Rica, 2007

Otros libros
Där alla änglar fallit/ Donde caen los ángeles, Lena Måndotter, trad. Cameron, Estocolmo, 1993
Ascensores porteños/ Guía práctica, Altazor-FONDART, Santiago, 1999, 2º ed. 2002
Poetas en la Quinta, selección de Concurso Gob. Regional, Valparaíso, 1999
Ascensores de Valparaíso, Editorial RIL, 2007

Cuadernillos
50 poetas latinoamericanos en Escandinavia, Rev. Liberación, Malmö, Suecia, 1990
Valparaíso, versos en la calle, cuadernillo de autores porteños, Ed. Municipal, 1998
2000 Palabras, cuadernillo de autores porteños, Ed. Municipal, Valparaíso, 2000
La Poesía se encuentra en Valparaíso, cuadernillo de encuentro, Ed. Municipal, 2000
Ternura e ironía mis palabras, Fundación Balmaceda 1215, Valparaíso, 2001

Premios literarios
Federación de Estudiantes de Chile (FECH) 1972
Rudyard Kipling, Viña del Mar, 1978
Gabriela Mistral, I. Municipalidad de Santiago, 1982
Carlos Pezoa Véliz, Valparaíso, 1984
Javiera Carrera para trabajadores, Valparaíso, 1986
Premio Revista Liberación, Malmö, Suecia, 1987
Premio Revista de Libros, El Mercurio, Santiago, 1996
Premio Municipal de Literatura, Valparaíso, 1996
Premio Villanueva de la Cañada, Madrid, España, 1997
Premio Jorge Teillier de la I. Municipalidad de Lautaro, 1998
Premio Confraternidad, Inst. Chileno Argentino de Cultura, Talcahuano, 1999
Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, en Poesía, 1999
Premio Concurso Nacional de Poesía Ciudad de San Felipe, 2000
Premio de Poesía Ciudad de Con-Cón, 2001
Premio Dolores Pincheira, SECH Concepción, 2002
Premio Internacional Ciudad de Alajuela, Costa Rica, 2004

Otros reconocimientos
Beca cultural de Malmö, 1989
Estipendio para viaje, As. Escritores Suecos, 1990
Estipendio para viaje, Instituto Sueco, 1993
Estipendio para viaje, Fondo de Escritores Suecos, 1996
Beca Fondart, Santiago, 1997
Beca Fondart Regional, Valparaíso, 1998
Beca de Escritores, Consejo Nacional del Libro, 1999
Nominado para Premio Altazor 2001, 2002
Beca de viaje, Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Hungría y Suecia, 2002
Beca de Creación, Consejo Nacional del Libro, 2005
Beca de viaje, Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, San Salvador y Costa Rica, 2007



Menciona a:


Oscar Hahn
Omar Lara
Hernán Miranda Casanova
Manuel Silva Acevedo
Waldo Rojas
Clemente Riedemann
Elicura Chihuailaf
Guillermo Rivera
Rosabetty Muñoz
Jaime Luis Huenún
Germán Carrasco



Poesía:


Nos habíamos amado tanto

Urdimos el jurel con los dedos junto al Estero de Castro
la Chica ríe y besa a Manuel mientras las gotas
de una lluvia que no existe sino en ese recodo
quiere borrar el fuego

Enfrente no están los palafitos cortados por la dictadura
Apenas un motor que zumba mientras la llama
cruje y el pez se multiplica en la lima de uñas

¿Cruje aún? ¿Sigue el motor camino hacia las islas?
¿Existe Castro sino en nuestra memoria?
Ella también me amó -es cierto- cuando Manuel había huido
así Manuel la amó y levantó los brazos en el orgasmo
y Gonzalo y yo aplaudimos borrachos en el patio

¿La amó Gonzalo? ¿Compartió esos jureles rescatados
bajo su piel de agua?
¿Deslizó sus piernas como la marea?
No escucho la respuesta Quedó allá lejos en la otra estación
junto a mi copa
Manuel libró de cárcel y atravesó los mares y vive lo sé
vociferando en su guitarra por Perth o Sidney no importa
La Chica quedó en su barrio un pasaje llamado olvido
o encalló en la familia tal vez haga el amor
con un buen hombre y rían de haber vivido así nosotros tanto

De mí nada pregunten sería
como ver el color de las aguas en la imagen del fondo
donde un motor jadea y se pierde allá lejos
hacia
vaya
a saber
uno
donde.

(De Videoclip, 1989)


Posmoderno

Se le dijo se le advirtió usted
ama demasiado sus antiguos amores no se renueva
usted no conoce las Islas Esporádicas cree
en utopías en la reconstrucción
del Muro de Berlín
habla con la boca llena de los miserables
no baila al ritmo actual no se moderniza

Se le dijo
el mundo es un pañuelo la distancia
es el olvido deje
que los perros ladren la historia
vuelve a repetirse nosotros
somos los creativos síganos le nombraremos
director del cementerio concejal
en tierras conquistadas almirante
con globos de colores poeta en nuestras fiestas
Usted tiene condiciones de bufón
Le daremos tal vez un collar de diamantes
un hilo dorado un teléfono portátil

Deje a los muertos enterrados
deje a los vivos encerrados las abejas
liban en sus celdas mieles así almas el Purgatorio
Arrepiéntase ya se le dijo ya
se le advirtió llegará tarde al cielo quedan
pocas vacantes

Esta es la última llamada
Se le dijo al fin ya no te metas
ya no te mates tienes
48 horas
para salir
de aquí.

(De Como un ave migratoria en la jaula de Fénix, 1992)


Visión de los ciclistas

Desde lo alto los ciclistas migratorios avanzan
a la estación terminal
Una bandada de hormigas signos
de otras edades abajo en el tablero
Mas desde la avenida no se aprecia el cortejo
ni las ovejas al crematorio
ni los suicidas al escenario
ni aquestas bestias al matadero

La orquesta de colores prosigue se persigue
se cruza en el espejo de los pájaros
uno toma la punta otro le continúa se renuevan
Ninguno parece circular en dirección opuesta
ni las ovejas al escenario
ni los suicidas al matadero
ni aquestas bestias al crematorio

La bandada pareciera continuar entre gritos o murmullos
Bien puede el paisaje confundirse con sus elementos
un mero montaje del ojo desde arriba
la vera invención de interpretar la imagen
vértigo de comprender los hechos
y estas ovejas al matadero
y estos suicidas al crematorio
y aquestas bestias al escenario.

(De Visión de los ciclistas y otros textos, 1998)

jcameron@vtr.net

Graciela Huinao


Graciela Huinao nace en Rahue, territorio williche y desde el vientre de mi madre empecé a escuhar los relatos y cuentos de mi pueblo. "La loika" fue mi primer peldano en esta dificil escala literaria, Luego fue mi primer libro bilingue "Walinto" en lengua williche "Lugar de patos" y después 6 relatos williche aparecieron con la "La nieta del brujo".


Menciona a:
Violeta Parra
Delia Domínguez
Rosa Bety Muñoz
Soledad Fariña


Poesía:

SALMO 1492

NUNCA FUIMOS
EL PUEBLO SEÑALADO
PERO NOS MATAN
EN SEÑAL DE LA CRUZ.

SALMO
WARANKA, MELI PATAKA, AILLA MARI EPU

TURPU NGÜNEL
TROKIÑCHENOFEL IÑCHIÑ
WELU LANGÜMNGEKEIÑ
KÜRUZ ÑI DUAM MEU.

***

LA LAGARTIJA

ANTE MÍ
ENTIBIA SU CARNE
CON MI SOL
DE CADA DÍA.


CHI FILLKÜÑ


TRAF IÑCHE
PETU EÑUMALUWI
TA ÑI ANTÜ MEU
FILLKE ANTÜ.

***

LA VOZ DE MI PADRE

EN LENGUAJE INDÓMITO
NACEN MIS VERSOS
DE LA PROLONGADA
NOCHE DEL EXTERMINIO.

TA ÑI CHAU ÑI DUNGUN

ÑOMUMNGENOCHI DUNGUN MEU
ENTUKEN ÑI DUNGUN
ALUÑMALECHI PUN MEU
APUMNIENGEAM.


***

LÁGRIMAS

LA LLUVÍA
PENETRA HUESOS
AL SUR DE MI MIRADA.


KÜLLE

CHI MAWÜN
FOROKONI
ÑI WILLI LELIN MEU.

***

LOS GANSOS DICEN ADIOS
A mi abuelo Adolfo Huinao.

En los ojos de mi abuelo Williche
navegaba el miedo.
Tan solo al morir
apagó ese brillo tímido.
Lo que la naturaleza no pudo
apagar en mi memoria
el color de archipiélago
agarrado en su rostro.
Abuelo, para serte fiel
no recuerdo el día exacto.
Sólo veo a los gansos
abriendo y cerrando
sus alas por la pampa.
Mi corto andar abuelo
no entendió
el origen de tus palabras.
Anciano como eras
me alzaste del suelo
y de tu boca nació la muerte
desembarcando en tu playa.
Tu padre y tu hermano
remaron al sacrificio.
Mientras su madre y mi abuelo
alcanzaron la orilla del hambre.
No hubo eco en la montaña
fueron tan calladas tus palabras.
Pero mi niñez asustada
se acurrucó al alero de sus años.
Abracé la pena de tus ojos
y juntos miramos la pampa:
Una isla con sus gansos
en los ojos de mi abuelo se quedó
en la última mirada.
Abuelo, hoy sé
nunca fuiste Williche
tu origen *Chono o Kawaska
no subió al bote
el día que robaron tu tierra
y tu raíz.
Ahora entiendo
la pena de tus ojos.
De tu origen navegando
en el gran cementerio
del Pacifico Sur.

* Pueblos del extremo sur, vivían en canoas por los canales.

ADIOS PI CHI PU KANZU
Ta ñi laku Adolfo Huinao.

Ta ñi williche nge meu
tangkituyawi chi llükan.
Lalu müten ula
ñami feichi llükalen.
Chi mapu ñi pepi
ñamumelnoeteo
chi ad fütake wapi
tuukülen ñi ange meu.
Laku, ñi rüfngeael
kimlan chem antüngefel.
Re penien chi pu kansu
nülan ka trapumün
ni müpü lelfün meu.
Ñi pichintu trekan
laku kimlai
cheu ñi tuwün ñi dungun.
Füchachefel eimi
witrañpürami püllü meu
ka ta mi wün meu tripai chi lan
konpumeken ta mi ina lafken.
Ta mi chau ka mi peñi
tangkituingu kutrankawün.
Petu mi ñuke ka ñi laku
witrañpürami inaltu meu chi ngüñün
Ngelai aukiñ mawida meu
rume ngüfi ta mi dungun.
Welu ñi pichikafel llükalei
makulluwün mi pu tripantu meu.
Pangkon chi weñangkün mi nge meu
ka mür leliyu chi lelfün
Laku, fachiantü kimün
turpu mi willichengenofel
ta mi tuwün Chono kam Kawaskar
püralai chi tangki
feichi antü mi weñeñmangen
mi mapu ka ta mi folil.
Feula kimün
chi weñangkün mi nge meu.
Mi tuwün tangkituyawi
chi füta eltun meu
chi willi füta lafken meu.

***

LA VIDA Y LA MUERTE SE HERMANAN

Al mirar atrás
puedo ver el camino
y las huellas que voy dejando.
A su orilla árboles milenarios se alzan
con algún cruce de amargas plantas.
Pero es equilibrada su sombra
desde la huerta de mi casa.
Allí aprendí a preparar la tierra
la cantidad de semilla en cada melga
para no tener dificultad en aporcarla.
Es tu vida
- me dijo- una vez mi padre
colocándome un puñado de tierra en la mano.
La vi tan negra, la sentí tan áspera.
Mi pequeña palma tembló.
Sin miedo - me dijo-
para que no te pesen los años.
La mano de mi padre envolvió la mía
y los pequeños habitantes
dejaron de moverse dentro de mi palma
El miedo me atravesó como punta de lanza.
Un segundo bastó
y sobraron todas las palabras.
Para mostrarme el terror
a la muerte que todos llevamos.
De enseñanza simple era mi padre
con su naturaleza sabia.
Al hermanar la vida y la muerte
en el centro de mi mano
y no temer cuando emprenda el camino
hacía la tierra de mis antepasados.
Abrimos nuestros dedos
y de un soplo retornó la vida
al pequeño universo de mi palma

LAMNGENWENNGEI CHI MONGEN KA CHI LA

Wiñokintulu iñche
pepi pen chi rüpu
ka pen ñi pünon ñi elnien.
Ñi inaltu meu kuifike aliwen witrapürai
kiñeke küruz fure anümka meu.
Welu küme llaufeñ niei
ñi tukukunwe ruka meu.
Üye meu kim pepika mapun
tunten fün ñi tukuam chi wengam meu
fei ta ñi küme dapiafiel meu.
Ta mi mongen
- pieneu - kiñechi ñi chau
tukulel-eneu kiñe runa mapu ñi küwü meu.
Rume kurüntufiñ ka yüfküeneu.
Ñi pichi pülai küwü müllmülli.
Llükakilnge - pieneu -
fanenoam ta mi pu tripantu.
Ñi chau ñi küwü umpulli ñi küwü
ka chi pu pichike mongenche
nengümwetulaingün ñi küwü meu.
Chi llükan chüngareneu wechun waiki reke.
Kiñe pichintu meu müten
ka kom dungun mülewepürai
Pengelel-aeteo chi llükan
chi la ta iñ kom yenien.
Ngeno küdau kimelkefui ta ñi chau
ñi kuifike rüf kimün.
Lamngenwenkunual chi mongen ka chi la
ñi rangiñ küwü meu
ñi llükanoam konli chi rüpü meu
ñi pu kuifikeche ñi mapu püle.
Nülayu ta yu changüll küwü
ka kiñe pimun meu akutui chi mongen
ñi pichi mapuntu pülai küwü meu.


gracielahuinao@hotmail.com

Elvira Hernández





Menciona a:


Andrés Ajens
Carolina Lorca
Carmen Avendaño
Damaris Calderón



Poesía:
En metros cuadrados se mide la Bandera de Chile
su olor en respingos de nariz
en ojos que no ven sus aristas de luz y sombra
en paciencia sus diarreas
las construcciones de desnutrida confianza

La Bandera de Chile está tendida entre 2 edificios
se infla su tela como una barriga ulcerada – cae como
teta vieja –
como una carpa de circo
con las piernas al aire tiene una rajita al medio
una chuchita para el aire
un hoyito para las cenizas del General O’Higgins
un ojo para la Avenida General Bulnes

La Bandera de Chile está a un costado
olvidada
(De “La Bandera de Chile”)





M……………..

tanto vuelo angélico y elevadas propulsiones
tanta maravilla embotellada y planeos discursivos
tanto brillo henchido
como genealogía importada
tanta cordillera y mar y cielo y tierra
tanta mineralogía
tanta verdura y Antártica famosa
tanta hembra y entresijo
tantas constelaciones
cuántas humanas luces
tanto amor o igual empuje
tanto tanto tanto
y nada



WC

Muros de la democracia nuestros públicos
doble vecé
Lascaux para damas y caballeros
a solas consigo mismos
obran
pájaros conchas vestigios
imprecaciones
allí donde se suelta
eso lo demás el ello
nombres direcciones y teléfonos
croquis mágicos
monerías
incisiones humanas incitaciones
donde se tira agua papel y
lejía
( De “Santiago Waria”)



DESCLASIFICACIÓN


Soy una hoja al aire, señor
De esas que vienen escritas por los dos lados
Y desprendida de su árbol mayor
- mi propio viento me descuaja –
Por cierto sin genealogía
Por entera volátil.


Sin traza de caminos planeo sobre nadas
- es un vuelo muy elevado –
Por aquí y por allá sobre el pajar relativo
(los granos extraídos son mil veces más vanos)
No creo que lo note, señor
Mi hoja se está cargando de sangre.


De “Cultivo de Hojas”

Francisco Véjar

Francisco Véjar (Viña del Mar, 1967). Poeta, antologador, critico literario. Actualmente, dirige el taller Villarreal. Ha publicado Fluvial (1988), Música para un álbum personal (1992), Continuidad del viaje (1994), A vuelo de poeta (1996), Canciones imposibles (1998), País insomnio (2000), El emboscado (2003) y Bitácora del emboscado (20059. También ha sido seleccionado en diversas antologías, tanto en Chile como en el extranjero. Fue coordinador del libro El Molino y la Higuera y seleccionador de textos de Hotel Nube, En el mudo corazón del bosque y Lo soñé o fue verdad del poeta Jorge Teillier. En 1998 trabajó como seleccionador de textos, notas y prologuista de la antología Imágenes Quebradas del poeta Armando Uribe Arce. Asimismo, en 1999 edita la Antología de la joven poesía chilena. Más tarde. En 2002, publica Georg Trakl. Homenaje desde Chile en coautoría con Sven Olsson y Armando Roa Vial. Sus poemas han sido traducidos al inglés, italiano, catalán, portugués y croata. En la actualidad es columnista del diario El Mercurio y colabora con la revista Clarín de España. Se desempeña como docente en la Universidad del Desarrollo en Santiago de Chile. Recientemente fue publicado en revista italiana ‘Poesia’ Nº 202, Febrero, 2006, dirigida por Nicola Crocetti. Allí se tradujeron 22 de sus poemas, precedidos de un estudio de Cristina Sparagana. Asimismo, fue editado en ‘Coyote’ (Brasil), con traducciones de la poeta, ensayista y traductora brasileña Cristiane Grando. Por estos días, trabaja en su poemario inédito Por el amor de morir.



Menciona a:

Alberto Rubio
Jaime Luis Huenún
Leo Lobos
Armando Roa
Mario Meléndez
Sergio Ojeda
Malú Urriola
Damsi Figueroa



Poesía:


Estación Leopoldo María Panero

Estación Leopoldo María Panero
todo lo que escribo y diviso
se va al fondo de la sangre.
Fumo para mirar la vida que pasa
mientras el cenicero acumula
voces e ideas de locos rematados.

El dipsómano baja urgente en la estación
a beberse un Nevermore.

Nuestra suerte sigue en manos de los ciegos
y lo que escribimos tal vez sea leído por parejas del 2050
en el follaje de un bosque agitado por el viento.
Hay luces harapientas, tumbas sin sosiego,
niebla sobre el césped de la calle Miguel de Cervantes.

El dipsómano sale urgente de la estación
a beberse el crepúsculo Nevermore.

Aquí dejamos latas de cervezas,
colillas que se acumulan en ceniceros,
cenizas que se acumulan en cementerios.

Observamos el funcionamiento del camión de la basura
mientras el dipsómano vuelve urgente a la estación
a beberse el crepúsculo Nevermore.

Es tan bella la ruina, tan profunda
que ni siquiera el tiempo puede hacernos morir.
Niebla en la calle Miguel de Cervantes,
niebla en la estación Leopoldo María Panero.



Puesta de sol

Somos monedas arrojadas bajo puentes, no fuentes,
y los matices de esta puesta de sol lo dirían a gritos
o los pájaros que veo volar trinarían esa verdad,
o esta misma calle con su millar de luces húmedas;
máscaras y rostros que uno no alcanza a descifrar.
Nuestro lenguaje sigue siendo el viento
que barre papeles, hojas secas y promesas.
La ciudad es un delta de inquietantes arterias
donde también fluye lo que nos hace vivir,
como la savia mantiene vivo a los árboles nudosos.
Puesta de sol, cavilaciones, la hora tuya
en este juego de naipes con los libros y las fotos.


Escrito encontrado en una mesa del restaurante Miramar (Quintay)

Si el abismo no nos llamara con su silencio
no podríamos leer a Trakl, ni permanecer horas
mirando estas lápidas anónimas que golpea la tempestad
como el grito del ave que acompaña a los muertos.
Líneas de Sebastián en sueños al fin de una playa
de arenas movedizas como náufragos. Nuestro tiempo
debería ser infinito como las arenas de esa playa.
Mas toda ceniza, toda embriaguez, toda permanencia
es innecesaria porque perecemos. Y en la costa – como se sabe – sigue
el incesante espectáculo del oleaje. Caminamos
sobre osamentas dispersas que han devuelto las olas del mar,
caminamos para abrir tantas puertas;
puertas de acero, puertas de madera, puertas invisibles,
- mudanza interior de la cual queremos desprendernos -
donde una palabra lleva todo lo que hemos podido poseer.


Los amigos ya no son originales ante la muerte

La muerte es la ceniza del poema
La muerte anda en todas partes
La muerte es la huésped predilecta
La muerte es anáfora y puñal
La muerte garabatea páginas a diario
(y desordena los cuartos de hoteles
que abandonamos al amanecer).

La muerte se impacienta
y somos sus fieles cautivos.
Nos aguarda en la ciudad
con gentíos sombríos
que se buscan entre la muchedumbre
y comentan los juegos de azar
cerca de puentes y avenidas.

Por eso, lo nuestro es guarecernos en la noche
para llegar a la eterna conclusión:
los amigos ya no son originales ante la muerte.

Rodrigo Rojas


Rodrigo Rojas (Lima 1971) ha publicado “Desembocadura del Cielo” (Cuarto Propio 1996); “Sol de Acero” (Cuarto Propio 1999); “Grand Central” (Foro de Escritores, 2005). Sus poemas y traducciones han sido publicadas en diversas revistas literarias, entre ellas “Tambor” (Valparaíso) “Ajo y Zafiros” (Lima) “Anamesa” (Nueva York), “New Coin” (Ciudad del Cabo) y “Plagio” (Santiago). Hace clases de traducción literaria en la Escuela de Literatura Creativa de la Universidad Diego Portales y es parte del equipo de editores de la revista internacional de poesía Rattapallax (Nueva York, Sao Paulo y Santiago). El poema incluido en este sitio pertenece al libro “Grand Central”, un trabajo que el Foro de Escritores tuvo la generosidad de publicar con grabados del propio autor, las partituras de José Ignacio Fernández y la interpretación musical del chelista Jan Filip Tupa.


Menciona a:

Elvira Hernández
David Añiñir
Damsi Figueroa
Alejandro Zambra
Lila Díaz
Alejandra del Río
Adriana Paredes Pinda
Graciela Huinao
Parra Violeta & Nicanor
Los Tres Rubio
Guido Arroyo

Poesía:


Grand Central

i.
Cuando el subway apunta al tímpano,
brama una sierpe luminosa
como lo haría el mar en los túneles
empujando una ráfaga caliente, sumergida,
un manglar de palabras que entran a gritos,
que fluyen nerviosas, enredadas en turbantes,
en sombreros, en pelucas plásticas
y a todo lo mojan, para que beban de ellas,
todo lo sofocan con su vaho,
para adherirse a la ropa, al asiento.
Pero no las desmenuza la velocidad,
porque estas palabras anudan sus hebras,
se suturan como los sustantivos a la lengua.


ii.
En las cavernas late un vagón del tren.
En su marcha aplasta a los durmientes.
Ellos mugen porque adoran al Señor en cadenas de oro,
en tarjetas plásticas, en su abdomen y pechos firmes.
Mugen porque tienen fe en la repartición de la riqueza.
Mugen porque son ganado y carnicero a la vez.
Mugen sobre rieles como muge el buey–– el subway.

iii
Marchan a su vez las palabras
marchan las hormigas con granos de palabras,
con sueño o cafeína, con delirio marchan.
Desde la caravana oscura surge la voz de la hormiga:
Con fuerza hidráulica,
con ácido, pinzas y tenazas,
hemos socavado grietas, túneles inmensos.
Hilamos un argot, una ruta de la seda hacia Grand Central.
Mis hermanas marchan por las vigas del subterráneo
traen gotas del río Harlem y las cambian por azúcar
palabras fermentadas en boca de borrachos,
trozos de la lengua que ruedan
como arándanos por el piso del vagón.

Sabemos que dichosos aquellos
que tejen el argot que vestirá el mundo.
Dichosos quienes desgranen, desgajen el silabario de sus goznes,
pongan en barbecho los diptongos
y luego planten un huerto de verdes giros idiomáticos,
pues la cosecha les será abundante. Florecerá
la tinta de las grises columnas del New York Times,
cada línea impresa serán los pastos
donde retozarán nuevas palabras.

iv
Las hormigas se camuflan en el subway
como letras que cayeron de un periódico,
negras y pequeñas, Times New Roman 12,
se ordenan en versos que marchan por el andén,
una caravana de sílabas exactas en su métrica.
Pero en ocasiones esa caravana se extravía,
la seduce un imposible olor a lilas.
A menudo solo es una corbata,
perfume, flores estampadas en la seda.
Otras veces el aroma es aún más intenso,
parece un brote rompiendo la corteza con sus pétalos.
La caravana se detiene ante dos columnas de ébano
dos piernas que se elevan,
se juntan en tan húmedo jardín;
la falda que las envuelve incluso flamea,
como si esos labios dejasen caer algo más
que su denso rocío sobre el piso del tren.
Entonces las hormigas al unísono
sueltan las gotas que traen del río
y reciben esos zumos que precipitan del jardín colgante.
Así comienza su traducción secreta,
así secretan nuevas gotas
en la penumbra de Grand Central.


v
Un bufido de vapor sale de las alcantarillas,
sopla el viento que mece el pastizal de los idiomas.
En los edificios que circundan la estación, el huevo eclosiona,
el agua ebulle, la tetera silva, se infla la bolsa de la aspiradora,
se llenan los pulmones de polvo, se expanden las estrellas,
se contrae la vena al ser pinchada, el niño exhala lo aspirado,
se vacía la bolsa, la tetera calla, el agua se estanca,
el huevo madura, nace una barata.


vi
En las cavernas late un vagón del tren.
Bajo el tren, pulsa un corazón diminuto,
Apócrifo, mesías de las baratas:
Como Apócrifo he traído mi palabra
y sobre ella fundaré una colonia.
Como gesto auto-erótico, haré germinar la basura
y ustedes serán los bellos capullos de la sombra.
Flores pútridas, pero flores que sobrevivirán al hongo atómico.
Ovulen bajo el óxido de los andenes
yo las transformaré en ejércitos que heredarán la tierra,
serán indestructibles porque les basta los deshechos.
En ustedes yace la vida fértil,
descomposición, gases fétidos, larvas en cultivo.


vii
Entonces amáronse las baratas.
Amáronse en cloacas, ilumináronse en el fango,
deseáronse desplegando sus alas de celofán.
Se jactaron de ser industriosas ciudadanas que heredarán la tierra.
Todo esto será de ustedes –instruyeron a sus larvas-
conducirán el trueno sobre rieles.
Luego, impúdicas,
abandonáronse al amor desde los cilios temblorosos,
sus extremidades puntiagudas,
amáronse con palabras de coleóptero,
amáronse más allá de la mugre
como flores de la oscuridad que se abren con pétalos de acero
desde una lata de Cocacola, con lustroso caparazón
que brota a la penumbra de los polvos fungicidas.

Jorge Montealegre


Jorge Montealegre Iturra.
Nació en Santiago de Chile en 1954. Lee y escribe.
Comienza a escribir en la prisión política, en 1973. En el exilio publica su testimonio “Chacabuco” (Roma, 1975) y su primer libro de poemas: “Huiros” (París 1979). Regresa a Chile en 1979. Publica siete libros de poesía; entre ellos, “Bien común” recibe el Premio Municipal de Literatura (Santiago) y el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura a Mejores Obras Literarias de 1996. Último libro de poesía: “Huesos” (2006).

En 1989 recibe la beca Guggenheim. Ha publicado “Von Pilsener, primer personaje de la historieta chilena” y “Prehistorieta de Chile, del arte rupestre al primer periódico de caricaturas”, entre otras obras de investigación y antologías. Ejerce la docencia sobre humor gráfico y periodismo. El 2003 publicó “Frazadas del Estadio Nacional” –con prólogo de Armando Uribe- que recibió el Premio Altazor, categoría ensayo, del año 2004.

Periodista y diplomado en gerencia pública, actualmente estudia en el Programa de Doctorado en Estudios Americanos de la Facultad de Humanidades y del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago de Chile; y se desempeña como Secretario Ejecutivo del Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile.


Menciona a:

Armando Uribe Arce (1933)
Hernán Valdés (1934)
Jorge Teillier (1935 — 1996)
Luisa Eguiluz (1935)
Floridor Pérez (1937)
Hernán Montealegre Klenner (1937)
Oscar Hahn (1938)
Hernán Lavín Cerda (1939)
Hernán Miranda (1941)
Omar Lara (1941)
Sergio Muñoz (1943)
Claudio Bertoni (1946)
Carmen Berenguer (1946)
Juan Cameron (1947)
Elvira Hernández (1951)
Oscar Montealegre Iturra (1952)
Leonora Vicuña (1952)
Clemente Riedemann (1953)
Mauricio Redolés (1953)
Alejandro Pérez (1954)
Teresa Calderón (1955)
Sergio José González (1955)
Francisco Javier Zañartu (1955)
Aristóteles España (1955)
Erick Swen Pohlhammer (1955)
Eduardo Llanos (1956)
Esteban Navarro (1956)
Bruno Vidal (1957)
Oscar Sarmiento (1957)
Santiago Elordi (1961)
Bala Manríquez (1962)
Paulo Wirimilla (1973)
Nicolás Barría (1988)
Rafael Rubio


Poesía:


Alta Poesía

Todos los vecinos de mi barrio duermen siesta,
pero hay chicos que golpean puertas fastidiando:
piden pan y no dejan
escribir los mejores poemas sobre el hambre.

(De: "Exilios", Ed. Tragaluz, Chile, 1983)



Espejos

Pinza en mano la señora se cuida las cejas
El chofer desenfrenado la observa
en el espejo. La señora no ceja
El chofer frena
bruscamente
Pinza en mano la señora sin espejo siente
que su ojo la mira
desde la cuneta

(De: revista La Castaña)



En la plaza todos los días son Jueves Santo

Partió y repartió el pan entre las palomas
luego
miró a los doce jubilados que esperaban
se hincó
tomó un pie inclinando la cabeza
y empezó a lustrar

como todos los jueves por los siglos de los siglos.

(De: Bien común, Ed. Asterión, Chile 2005)



Niños de fin de siglo
En el famoso año dos mil después de Cristo
seremos niños y viejos del siglo pasado

Salvo los niños de Somalia
que no están en los planes del milenio que viene
porque los niños de Somalia no conocerán la próxima semana

Los niños de Somalia son menos que huérfanos en el desierto
Son hijos del hambre que los acuna y nadie adoptará un cachorro de hombre
que juega con su propio cadáver

Los niños de Somalia son los niños de Ruanda, de Biafra, de Etiopía
mirándose en el espejismo de una ronda africana
Los niños de Somalia no pueden escapar como los niños de Sarajevo
y los niños son niños así en el hambre como en la guerra

Los niños de Somalia son esqueletos caminando hacia ninguna parte
recién paridos a la muerte

Ya nada tienen que pedir

Nacieron sólo para enviarnos su mirada
vía satélite
Un silencio que dura un close-up eterno
ojitos que sostienen los párpados en una proeza irrepetible
a la hora de comida
cuando cambiamos de canal y de milenio moviendo las pestañas
a control remoto

La hora de vendarnos la mirada
con el último pecado
que divide a la familia principal del Reino Unido

Bienaventurados los niños de Somalia
porque nunca serán
los viejos de mierda del siglo venidero.

(De: Bien común, Ed. Asterión, Chile 2005)

Verónica Zondek

Verónica Zondek nació en Santiago de Chile en 1953. Andarina y fuera de foco reside ahora y entera en la ciudad de Valdivia. No piensa moverse más. Traductora. Licenciada en Historia del Arte en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Forma parte del comité editorial de LOM Ediciones y de algunas revistas. Ha participado en numerosos encuentros literarios, buenos y malos, aquí y allá; además ha organizado varios de los buenos. Ha sido jurado de concursos como los del Consejo del Libro, Fondart, Chilectra y Santibán y ha obtenido dos veces la beca que otorga el Fondo del libro para escribir. Ha sido publicada en distintas antologías de poesía y revistas de literatura nacional e internacional. Prefiere el vuelo de los pájaros al vuelo de los aviones; ama los viajes pero actualmente prefiere añorarlos. Sus libros publicados son:

EL OJO ATREVESADO - correspondencia entre Gabriela Mistral y
los escritores uruguayos (epistolario), edición, selección, notas y
comentarios de Verónica Zondek y Silvia Guerra, LOM, Stgo., 2005

EL LIBRO DE LOS VALLES (poesía) Editorial LOM, Santiago., 2003

LA MISION DE KATALIA (cuento infantil) Editorial Faro de Luz,
Santiago,2002

ENTRE LAGARTAS (poesía), Editorial LOM, Santiago., 1999

MEMBRANZA (poesía, recopilación obra publicada), Co-edición Editorial Cordillera, Canadá y Editorial Cuarto Propio, Santiago., 1995.

POEMAS (traducción poemas de Derek Walkott), Plaquette, Ediciones Bajo el Volcán, Santiago, 1994.

PEREGRINA DE MI (Poesía) Editorial Cuarto Propio, Santiago, 1993

VAGIDO (Poesía), Ediciones Embalaje, Museo Rayo, Roldanillo, Colombia, 1990 y Editorial Ultimo Reino, Buenos Aires, 1991

CARTAS AL AZAR (muestra de poesía chilena), hecho en colaboración con María Teresa Adriasola, Ediciones Ergo Sum, Santiago, 1989

EL HUESO DE LA MEMORIA, (poesía), Editorial Ultimo Reino, Buenos
Aires, 1988 y 1995

LA SOMBRA TRAS EL MURO, (poesía), Ediciones Manieristas, Santiago, 1985. Ha sido traducido al inglés.

ENTRECIELO Y ENTRELINEA, (poesía), Ediciones Minga, Santiago, 1984





Menciona a:


Alvaro Ruiz
Maha Segura Vial
Cecilia Casanova
Marcelo Novoa
Jaime Huenún
Damaris Calderón
Adriana Paredes Pinda
José Angel Cuevas



Poesía:


FUEGO

Toda la carne un fuego.
Fuego el odio y fuego el amor.
Fuego en los hornos y caer en las mientes.
Fuego para el frío, Anguita
en el cocimiento brujeril de medianoche.
¿Cómo salvar del fuego Anguita?
¿Cómo tragar el dolor entre llamas azules
en la infernal hoguera de las Inquisiciones
o en la quema de libros con Torquemada
o en aquella última,
Anguita,
cuando incendiaron libros para sofocar revoluciones?
Y ¿qué de ese otro fuego tan perfecto
ese, el amarillo de Auschwitz,
rasgando carnes tan añejas y tan tiernas
o esas otras llamas
esas, las del Infierno católico ahora abolido?
Todo por nada:
el alma, dice el Papa,
salva siempre
Anguita,
aunque tú no lo alcanzases a saber.
Y ¿qué del fuego rojo que calienta la olla común
o del fuego en los ojos de niños con sed
amuñados de tristeza en la costilla falta de terruño
refugiados en los siglos y a la espera de la espera
abandonados en tanto territorio enemigo?
O del fuego fogón sureño
mariscos todos retorciéndose en su jugo
ellos en su salsa, nosotros comiendo
y del fuego que quema la entraña
y del otro, Anguita
ese que persiste negro en la memoria
que como siempre supiste
aplasta y entorpece la vida
o esos otros
los fuegos artificiales que arden el cielo
o misma yo
quemando papeles propios para evitarte
o mi padre
que también ardió en fuego hasta el humo
marchando en huesal anodino
sobre las aguas habitadas y turbias.

¡Qué fuego ni que fuego!, Anguita.
¿Qué fuego es ese que me amaga?
¡Qué fuego Anguita, que no sofoco
ni el ardor
ni la rabia ...!
inédito- POR GRACIA DE HOMBRE




BOQUEO

Aire
aire para vivir
dijo
y dio palmadas
e inhaló mierda
y sollozó
lamió su primer vagido
y luego otro
y otro más
hasta que la vida le movió el piso de los ojos
los pies
las uñas y
bailó
bailó boqueando por aire
hasta que ay -
yay-yay
la Violeta no quiso más
vino y se negó
al aire se negó
porque sin cariño
dijo
no hay aire que valga
y
un agujero en su cuerpo se plantó
un querer queriendo se hizo
quiso
no más respirar en la vida
y el águila abandonóle el alma
hasta posar sus dos garras en el aire
aire de cielo rojo y plateado
avión de carne y hueso
arrebujado en celeste vaina
con su gracia Violeta entre las alas
y luego ay -
yay-yay
el suspiro
la negación del aire
aire
aire con veneno para respirar
y el sueño en jaula de oro
y el firmamento azulado tan sólo a veces
pero es más
es peor
porque gris el aire nutre hospitales
invade niños que ni llorar pueden
puro Chile en el tinglado
boqueando como peces botados por la ola
congrios calcinados sobre la playa caliente
público ávido y tibio en las butacas
ávido en el teatro
resuello de trompetas
de trombones/flautas/saxos/traversas
sentado, mullido en el aplauso entusiasta
atento
platea alta y baja
igualado por el oxígeno tan democrático
sorben
sorben un aire expulsado hasta sus tan rosadas orejas
ay -
suspiran ternuras
recuerdos
emociones temblorosas
y el gas gotea
gotea de oreja en nariz
de nariz en pulmón
hasta que atroz y tronante
un silencio invade la grieta
y en pleno Moscú
en el invernal y hermoso del Kremlin
boquean
boquean otra vez los cuerpos
bregan
bregan por restos de aire
vida
mi vida amada
mi amada vida
porque aún no acabo de mascar la marraqueta
e irme
y desertar no quiero
bajarme no del tren no puedo
mas el aire se tiñe con intereses
y el yo no vale
no sirve
es número más o número menos
y cuántos
cuántos hay que son tú
que son yo
y esos otros tan ellos
tan humanos
tan despojo de sí mismos
desnudos en la cámara
aullantes en la cámara de gas
desnudos
vergonzados
desnudos
desnudos y vivos
patalean
se apisonan unos a otros
boquean
boquean elegidos los congrios
blancos/negros/colorados
unos sobre otros en pilas
abajo los viejos sin aire
los niños encima sin aire
sin aire las mujeres más arriba
y sobre
sobre toda la humana carroña anfibia
esos
los más fuertes, musculosos y en salud
boquean
boquean sin aire
buscan
gritan
susurran por aire
aire
aire
aire que ya no veo
qué
qué
que me muero
dónde
dónde si no respiro entre el humo
no huelo
no huelo el desecho que somos
la basura hasta el cogote no siento
aire había
aire de peces había
aire de aves
aire para ser de carne
dónde
dónde para bailar
para enamorar dónde
y el clamor de las manitas
el clamor por el espejo
por un último respiro en la imagen
por saber la muerte cierta
antes
antes
antes de a.......ban.......do.......nar.

inédito- POR GRACIA DE HOMBRE

EL HOMBRE NUEVO O UN COMENTARIO SOBRE EL ARTE EN CHILE

Homenaje a Neruda

“Llegó el hombre. Tal vez llenaron
su miseria de pálido extraviado
del desierto,…”* tal vez con intención pequeña
como nos pasa ahora amigo
vamos de la caricia del árbol a la mano en el bolsillo
del animal al estómago fino
en un todo ‘instant’
en un para uno las sopas
la mano afuera y el dedo
adentro el motor y el para qué
ahorro del tiempo
y eficiencia para enarbolar triunfos
aquí
en este redil
en este nuestro nido a mucha honra
y tan parecido a otros en el saqueo
en la nacional pobreza que viste ropa americana
y en el galardón de la poeta y el poeta
cuando el discurso es emprendedor y revienta feliz
y la prima materia es precio de exportación
y más nacional es nuestro arte cuando más lejos rompe la frontera
y seguro es el anonimato en cara deslavada y triste.

¡Ay, la muletilla y el enlatado producto duradero!
Todo es venta. También las carreteras, el oxígeno que sobrevive,
los bebés sin nombre y el río y las rocas preñadas.
Para eso las vitrinas, las vistosas vitrinas
y entonces vengan, escuchen, miren
pasen los turistas y ciudadanos y niños de Chile
la casa número cuatro del poeta abre sus puertas
el dolor de los desaparecidos se erige en monumento
ARBEIT MACHT FREI dice el campo concentrado y te acoge
respire
súbase
súbase al potro le digo que no hace nada
somos bellos y comandamos el mundo
no quiero feos, maltrechos, babosos e indigentes
no los quiero de mal pensar
sean cultos y traguen el envasado artefacto parlante
digan
te ví en la tele
genial
no olvidemos la página social
el homenaje y el discurso.
Te suplico huachito
no soñemos por escrito
por favorcito
te lo pido
papito.

El mundo era tan citado cuando entonces
y ahora
todo es nuevo siempre
y sólo se compara al césped del vecino
tan en vista y sin atrás
que aquí están tus versos

y nadie tiene ojos.

* del canto XX “Las aves maltratadas” del canto XIV “Gran Océano” del CANTO GENERAL

inédito- POR GRACIA DE HOMBRE

DESDE LA OTRA ORILLA


a Georg Trakl
a Jaime Huenún y su lectura interclusa

La ciudad no es más que un despliegue en agua cristalina
y arrastra en azul tu cuerpo al desplome.

Un ramo de jeringas te viste de luto
y tu corazón bombea envuelto en demencia.

Hay un forastero que galopa al anca de los murciélagos
y hace intentos por no girar su cabeza hacia el costado.

Un edificio apaga su fuego marmóreo
y es calmo
y desliza por ti un pulso encarnado y reptil.

Deambular es ahora un qué de soplos
y una búsqueda silente de guijarros
que
de uno
en uno
y sin engaños
son raudo precipicio en las grietas que cría el alabastro.

La sombra sobre el río es de alarido ‘pajaril’
y es blanco el graznido Juan Luis
e inasible
el granate coágulo que fermenta el lamento.

Repta entonces
serpentea sucio el miembro entumecido
y cruje en solitario el cristal de una lágrima.

Trakl
caminante y celada de huérfano decir
no desea
no evita el golpe en oscuro
en un lunes muy anterior a aquel de Vallejo
que entonces en rosáceo y frente al ojo celeste
fue entrando en el añil profundo y más lejos
junto al destino de la fina hebra que hoy me teje el paño
por carnosa avizorar un mirar impreso
y entrever los signos en la escritura que amaso.

Trakl
vago interdicto del Bosque Negro
abismo encadenado al pulso
escindido abrazo
irrumpes tú en profundo y cerúleo
truenas como la arcilla al vientre
y haces familia con la noche.

Es lumbrosa tu lóbrega habitante de cuarzo
y latente el abrigo de tierra a la medida.

Un alma ajena destila el rojo por hacerlo suyo
y atraído
en allá o en acá
en antes o después de lo que lo alza
es remanso vivo en abrazo frío
y espía en el rostro lumíneo de la muerte.

Un punzón.
Un brote de ardor.
Una pasión.

Ahora encallado en tu desplome
desciendes y no hay remedio.
Llagas para ti
y llagas para el tiempo en su jaula de oro.
Cuerpo tuyo que se escribe con plateada tinta de caracol
e intenta
trata salvar en el amor.
Mas no
no salva posible en los bosques
y en poemas no salva entre los hombres
y te proclaman indeseable
y cunde verde el corrupto del vallar que caminas
y vagas de inmundicia en inmundicia
hasta encontrar un sosiego en solo
que no eterno te resta aliento ya zafíreo
tras el paso y el pasaje
y más allá
en el sofoco oloroso de la ciudad
para montar piedra sobre piedra
tu desecho cuerpo en abandono
y negro el farellón en el risco de tu ojo
es sello y lacra en boca de cavernas en olvido.

Cielo e infierno avecindado en tu corazón.

Un leve toqueteo de alas sobre el arroyo transparente.
Un murmullo de ángeles a la espera.

Trakl.

Hombre y poeta.

Cae en desliz tu cuerpo al agua más tan bermeja
que entero y tibio te resulta pretexto el aliento
e izas la cola en señal de patria blanca y ardua
que inevitable perpetras mortal
el salto hacia la otra orilla.

inédito: POR GRACIA DE HOMBRE


Un viento en la tembladera del alma

Entró y menguó.

Silencio.

Acaece un silencio
una carpa enorme sobre la mente
una nada sin bruma sobre los pájaros.

Trshhhhhhh………
entra
de cuajo entra
de cuajo arranca
enhebra ojos
ve desalojos
y arrastra al tiempo que abre y cierra.
Clava
clava el cuerpo en alas dementes
afloja lluvias
torrentes enardecidos de costado
truenos que parten el alma denostados
y tú

la danza del vientre en las ramas.
Vuelves
vuelves y te vas
tergiversas
enganchas tu rabia a un ala feroz y grazna el pájaro
grazna
chilla
canta tu rugido
cubre con mantos tibios el pecho con aire ya quedo
como con un ungüento para la cicatriz
en una historia de azoros que arden muy adentro.

Ni fresca ni original.
Un nuevo asomo de ala demente
un torbellino de alma caliente
un misterio de soplo crujiente.
Un ay!

Dizque dulce es la compañía y el ronquido
el cierto despeñadero de cielo o mar adentro
el castigo de fustes o el premio al paso del tiempo
la danza de fuego frío
ufff…. y en algo
encontrar un sentido.

Abismos
acantilados
arenas del desierto
cobijos todos al descubierto alado del viento
de esta ánima que
por no poder darle un nombre
no adueña palabra ni cadencia
mas
encabrita locuras sordas
o descansa en mí
pues si alguna vez fui alguien
ya no soy más que una de nada
en un medio pasto
y en vientoymedio
atrapada.

inédito: ELEMENTOS

Yanko González


Yanko González (1971), es autor de Metales Pesados (Ed. El Kultrún, Chile, 1998) y de Héroes Civiles y Santos Laicos -entrevistas a escritores chilenos- (Ed. Barba de Palo, 1999). junto a Pedro A. Araya, es autor de la traducción y estudio de La Muerte se Está Fumando mis Cigarros del poeta Charles Bukowski (Ed. Bajo el Volcán, 1996). Gran parte de sus trabajos circulan en revistas y diversas antologías como: «Poesía Chilena Para el Siglo XXI, 25 Poetas Jóvenes Chilenos» (Ed. Biblioteca Nacional de Chile, 1996); “Poetas Chilenos Jóvenes. Antología (Ed. LAr, 1998); “Antología de la poesía joven chilena”, (Editorial Universitaria, 1998); “Al tiro. Panorama de la Nueva Poesía Chilena” (Ed. VOX, Buenos Aires, 2001); Diecinueve (poetas Chilenos de los noventa) (J.Sáez, editor, 2006). Parte de su obra ha sido traducida al francés, Poesía,Poesía. 3 Poètes Du Chili (Universidad de Lille, Francia, 2002). Es compilador de algunas antologías de poesía, entre ellas: Voz Sero, Antología de Poesía Joven (Ed. Barba de Palo, 1994); Carne Fresca. Poesía Chilena Reciente (Ed. Desierto, México, 2002) y Zurdos. Ultima poesía latinoamericana. (Paradiso, Buenos Aires, 2004/ Bartleby, Madrid, 2005). El autor es doctor en Antropología.


Poesía:

Del libro Alto Volta (inédito)

mossi, entiende

El lenguaje es un virus que viene del espacio
El lenguaje es un virus que viene de tu hambre
El lenguaje es un virus que viene del cobarde.

El lenguaje es un virus que viene de tu pena
El lenguaje es un virus que viene del calostro
El lenguaje es un virus que viene de la cendra

El lenguaje es un virus que viene del que ama
El lenguaje es un virus que viene de la flema
El lenguaje es un virus que viene de tu serna.

El lenguaje es un virus que viene de la traquea
El lenguaje es un virus que viene de la fiebre
El lenguaje es un virus que viene de la tea

El lenguaje es un virus que viene de la lágrima
El lenguaje es un virus que viene de tu bilis
El lenguaje es un virus que viene de la urea.

El lenguaje es un virus que viene de los nervios
El lenguajes es un virus que viene de la ataxia
El lenguaje es un virus que viene de la muerte.

El lenguaje es un virus que viene de tu muerte
El lenguaje es un virus que viene de tu cáncer
El lenguaje es un virus que viene de tu frío.

El lenguaje viene que es un virus del que calla.


pordentro&porfuera

O sea
estuvo muchos años extrayendo heces
aunque vamos
todos le decíamos el saca-mierdas
que traducido a su idioma vendría a ser
ducha fría o saca-piedras.

Convengamos que la mierda es memoria
del mismo modo que una palabra
es la memoria de su significado
repetía haciéndose el interesante
abriendo o cerrando el peso de las naranjas
de anne michaels con dibujos de john berger.

Pero vamos
un Trabajo de Mierda
para colmo en negro como la mierda negra
cómo explicarlo en nuestra lengua
se podría traducir como
un trabajo “verdaderamente” ingrato.

Y aunque usaba un traje guantes máscara y un lindo
casco verde
hedía
por dentro y por fuera
de hecho yo fui el que le puse
el pordentro&porfuera que en nuestro idioma
significa algo así como
el fétido externo ensombrece al fétido interno
amalgamándose hasta la hediondez extrema.

El punto es que se pasó sus buenos años
absorbiendo aquello
y ya se sabe
aunque las moscas cambien
las piedras siempre serán las mismas.

Y de esas frases que soltaba
como para su redención futura
fue quedando un fatal cansancio obvio
automáticas palabras varilla sonda acople
llave inglesa papel residencia quizás quince.
Mucha mierda.

Publicó algo
y volvió al Alto Volta
pero olía mal
el “caca blanca” le apodó su familia
que viene a significar más o menos sin certeza
alejándose o acercándose al campo semántico
aquel que trabajó como poeta
para los que nos traen
o nos quitan el trigo
de la boca.

O sea.




porque


quien ama paga quien llora bala
y sola sana y sabe.


porque quien cava pena quien pasa sea
brea amnio apnea.


porque quien levita lame quien daña cala
sala raspa caldea.


porque quien huye atrapa quien posa afea
pierna piel presea.


porque quien veda evade quien cela rala
cruz cubil cadera.


porque quien soba miente quien escupe mea
mosto mies marea.


porque quien roza queda quien cierra amarra.




Adrian Henri


Roger McGough
No. Más bien otra monja
Esperando avanzar en
La cola del cine preguntándose
Cómo sería comprar palomitas
Para dos.

Gonzalo Millán


Gonzalo Millán Arrate, nació en Santiago, el 1 de enero de 1947 y murió en Santiago el 14 de octubre de 2006. Poeta, académico, artista plástico y traductor. Es considerado por la crítica, como una de las figuras más connotadas de la denominada: Generación del sesenta.

Estudió literatura en la Universidad de Concepción y fue parte del grupo Arúspice, una de las agrupaciones literarias, más relevantes de la poesía chilena, en la segunda mitad del siglo XX.
Después del regreso a su país, a finales de la década del ochenta, luego de casi dos décadas de exilio, desempeñó una extensa labor docente, luego de residir en Canadá y Holanda. Realizó además poesía visual y tuvo un destacado quehacer en las artes plásticas, llevando a cabo exposiciones individuales en Chile, Canadá, Estados Unidos, Suecia, Holanda.



Durante su permanencia, en Canadá, fundó la Editorial Cordillera y dirigió en Chile la revista de poesía: El Espíritu del Valle. Ganó los permios: Premio Pedro de Oña (1967), Pablo Neruda, otorgado por la Fundación Pablo Neruda en 1987. El premio Alatazor, por su libro, Autorretrato de memoria, 2006. Y el Premio Mejores obras publicadas otorgado por el Consejo Nacional del Libro, 2006. Fue traductor del inglés, francés y neerlandés.


Obra poética:
 
Relación personal (1968)
La Ciudad (1979)
Virus (1984)
Vida (1987)
Seudónimos de la muerte (1987)
Dragón que se muerde la cola (1987)
5 poemas eróticos (1990)
Strange houses (1991)
Trece lunas (1997)
Claroscuro (2002)
Autorretrato de Memoria (2005)






Poesía:


LA CIUDAD


A mi padre, a los que permanecen.
A Sol, a los que están conmigo.






1.
Amanece.
Se abre el poema.
Las aves abren las alas.
Las aves abren el pico.
Cantan los gallos.
Se abren las flores.
Se abren los ojos.
Los oidos se abren.
La ciudad despierta.
La ciudad se levanta.
Se abren llaves.
El agua corre.
Se abren navajas tijeras.
Corren pestillos cortinas.
Se abren puertas cartas.
Se abren diarios.
La herida se abre.
Sobre las aguas se levanta niebla.
Elevados edificios se levantan.
Las grúas levantan cosas de peso.
El cabrestante levanta el ancla.
Corren automóviles por las calles.
Los autobuses abarrotados corren.
Los autobuses se detienen.
Abren las tiendas de abarrotes.
Abren los grandes almacenes.
Corren los trenes.
Corre la pluma.
Corre rápida la escritura.
Los bancos abren sus cajas de caudales.
Los clientes sacan depositan dinero.
El cieno forma depósitos.
El cieno se deposita en aguas estancadas.
Varios puentes cruzan el río.
Los trenes cruzan el puente.
El tren corre por los rieles.
El puente es de hierro.
Corre el tiempo.
Corre el viento.
Traquean los trenes.
De las chimeneas sale humo.
Corren las aguas del río.
Corre agua sucia por las cloacas.
Las cloacas desembocan en el río.
Las gallinas cloquean.
Cloc cloc hacen las gallinas.
De la cloaca sale un huevo.
El río es hondo.
El río es ancho.
Los ríos tienen afluentes.
Los afluentes tienen cascadas.
Los afluentes desembocan en el río.
Las avenidas son anchas.
La calle desemboca en la avenida.
El río desemboca en el mar.
El mar es amplio.

Rodrigo Lira


Rodrigo Lira Canguilhem nació en santiago en 1949 y murió el 26 de diciembre de 1981. Estudió en las Escuelas de Sicología, Filosofía y Artes de la Comunicación de la Universidad Católica y en la de Bellas Artes de la Universidad de Chile.
En 1978, ingresó al Departamento de Lingüistica y Filología, vinculándose intensamente al Campus de Macul. Allí fue donde inició la lectura de sus trabajos. Posteriormente lo haría en el Instituto Goethe, en el Cultural de Las Condes, durante el Primer Encuentro de Arte joven, el Café Ulm, la sala La Capilla y en la biblioteca anexa al Museo Histórico Benjamín Vicuña Mackenna.
Obtuvo una mención honrosa en el concurso Alerce, de la Sociedad de Escritores de Chile (1978), el segundo premio en el concurso "Palabras para el hombre", de la Agrupación Cultural Universitaria (1978), una mención honrosa en el concurso literario organizado por la Vicerrectoría Académica de la Universidad de Chile (1979) y el primer galardón en el concurso de poesía de la revista "La Bicicleta" (1979).
Algunos de sus textos aparecieron entre 1978 y 1984 en varias revistas, opúsculos y libros escolares, como el de Santillana para Cuarto Medio.
También su obra ha sido seleccionada para integrar antologías como "Una panorámica de la poesía chilena actual", Ganymides6 (1980); Poesía chilena contemporánea" de editorial Andrés Bello (1984); "Antología de poetas de Chile 1965 y 1985", selección y traducción de Steven F. White y "Poesía chilena de hoy, de Parra a nuestros días", de Erwin Díaz.

Valeria Solis
Su obra Poética en:
Proyecto de Obras Completas
Declaración jurada

Poesía:

COMUNICADO

A la Gente Pobre se le comunica
Que hay Cebollas para Ella en la Municipalidad de Santiago.
Las Cebollas se ven asomadas a unas ventanas
Desde el patio de la I. Municipalidad de Santiago.
Tras las ventanas del tercer piso se divisan
Unas guaguas en sus cunas y por las que están un poco más abajo
Se ve algo de las Cebollas para la Gente Pobre.
Para verlas hay que llegar a un patio
Al patio con dos Arboles bien verdes
Después de pasar por el lado de una como jaula
Con una caja que sube y baja
Después de atravesar una sala grande con piso de baldosas
Y con tejado de vidrio
Con unas señoritas detrás de unos como mostradores
Después de subir unas escaleras bien anchas
Después de pasar unas puertas grandes
En la esquina de una plaza que se llama
"de Armas", en la esquina del lado izquierdo
De una estatua de un señor a caballo, de metal,
Con la espada apernada al caballo
Para que no se la roben y hagan daño.
Ahí, debajo de las ventanas con las guaguas,
Están las Cebollas.
No sé si podra conseguir
Unas poquitas.
El caballero que maneja
El ascensor ese, con paredes de reja.
Me dijo que eran
para la gente pobre.
Después, dijo algo del Empleo Mínimo.
Yo tenía que irme luego a comprar un plano de Santiago
y una máquina de escribir.

(sucedido y escrito en junio de 1979).


EPIGLAMA OLIENGTALEH
Tlawa hito leido fuelo de ploglama por Lodligo Lila, alugno de wa wachiyelato en lin wuística, sede oliengte, en el salóng de alktoh de la ehcuela de ingenelía el vieineh shiete del shiele del shetenta y ocho en un alcto olganishado pol la lama litelalia de la acu


epiglama plimelo

"El dinelo: ¿Eh la lecong pencha de la viltú?" o

"La pelchevelanchia: ¿tlae we na foltuna" (como

dishe el I ching a cada lato)?El ploblema

de la ploblecha

paleshe no tenel aleglo;

pelo, kaleshieng do de molal...

no ha de faltallo matelial


el otlo epiglama:

She pohtula que la acu puntula cula la engfelmedá.

la lokula, la neuloshi, la sholedá, el shuflimiengto

y el dolol -ke a ehta al tula del paltido leshultan

leshelah in chopol table, polke ni fu man do mali wana

podlía lo uni vel shi talio de I kielda ek pelimental

tlan ki li da i felishidá- de manela que tenel

que integlalshe lá pida mente a un tayel de cual quie

llama del alte o del queachel al tihtico cultulal, o

folmal uno konh loh komg pañeloh de culso o de luta.

flache de pohtle:
La patlia etal plimelo.



Nada ha muerto

sólo mi mirada
Desolada
Os digo que nada ha muerto
Que me jugué las cartas,
Los poemas
Y todo se carcome
Hasta la bestial soledad
El inencontrable muerto amor,
Que no vale la pena
Un vino tibio. Rojo
Alegorías
La puerta se ha cerrado.
De ahora referencias
Los golpes hermano, los rudos golpes
En la crónica roja documentando
Mi silencio
Los golpes hermanos, los rudos golpes.

Andrés Morales

Fotografía: Julia Toro

Andrés Morales es poeta y ensayista, Doctor en Filosofía y Letras con mención en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona, España y Profesor Titular del Departamento de Literatura de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile Ha publicado dieciséis libros de poesía. Entre sus últimos, cabe destacar: Escenas del derrumbe de Occidente, Réquiem, Antología Personal; Memoria Muerta y Demonio de la nada. Traducido a ocho lenguas ha sido reconocido con el PREMIO PABLO NERUDA 2001 y el Premio de Ensayo del Centro Cultural de España en sus versiones 2002 y 2003.
En el ámbito del ensayo y la crítica literaria destacan sus libros Poesía croata contemporánea; Anguitología; España reunida: Antología poética de la guerra civil española, Altazor de puño y letra; Antología de Poesía y Prosa de Miguel Arteche y De palabra y Obra, ensayos sobre poesía chilena y poesía española.



Poesía:


*
(Adriático en Dubrovnik)

Este mar este mar Este Mar

Único perfecto conjugado
navegándose perpetuo en su descanso
ceremonia rito de lenguaje

He aquí el rostro de las horas
el brazo que recorre y no respira

(Yo he visto como el sol en su cadencia
adivina el arrebato la partida)

Argonautas que regresan con manzanas
lirios islas en las manos
y el peso de mis ojos en su viaje

Aquí el mar completo en su desnudo
frágil terrible cuerpo entero

Aquí converge el sueño por su sangre
y rompe el sol su centro presentido
(A Jaime Siles)





Oráculo


-No hay azar más claro que el iris de mi ojo,
pregunten a los hijos que van llorando tierra,
deténganse en el mar a respirar su vuelo
si el sol es transparente y gime y no aparece.


La adivina cierra sus ojos y crepitan
los dientes y su lengua, malhumorada, seca.


-La rueda vuelve siempre al centro de su cielo
y todo se detiene y habla y permanece.


-Desnuda en el desván irá tejiendo siempre,
tal vez nunca regrese su amante de la guerra
y bailarán los años y sin reconocer
los trozos de metal, la columnata, el mar.


-Después veo silencio y un grito despiadado.
La sangre descubrió su propio peso hueco.
Más allá un incendio y el caballo cónsul
y mártires que huelen a gloria antojadiza.
...Hay nubes en mis cejas y peces,
hay planetas...
Puedo ver la huella cómo se desfigura y cae.
La luna se avecina, el ángel se avecina.
Dos mil campanas hieren, se clavan en mi oído
y Jericó se rinde y el águila perece
mientras el toro huye detrás de los leones.


Penúltimas noticias, los heraldos corren:
Ha caído Roma, Tenochtitlán el Cuzco.


-Otra vez el llanto recorre mis anillos.


-La policía aguarda detrás de las murallas,
no hay escapatoria, me arrastran con azufre,
me fuerzan, me condenan, me besan en la cara.


-¡Alejen los espejos, aviven ese fuego!


-El hambre me conmueve y siento como vuelan
los cuervos en mi boca, enloquecidos míos.


-¡Por qué jamás anuncio lo que se escribe ayer!


...Hay nubes en mis manos,
recuerdo sólo el mar...
(A Gonzalo Rojas)




Los videntes


Todos íbamos a ser Rimbaud.
Todos íbamos a ser Artaud.
Todos íbamos a ser Edgar Allan Poe.


Lo que pasa es que ni Verlaine,
ni un poeta menor, ni aquellas líneas
del pequeño escribano de la corte.


Nada, ni en el aire, ni un poema:


Todos íbamos directo al matadero.






Chile


La envidia se desata en este circo pobre:


El domador aúlla y ruge y estornuda,
la equilibrista sueña con tierra firme siempre
y un payaso ordena el mundo entre sus dedos.


La patria se disfraza, cortés, civilizada
en una bendición de dones ya maduros
que enseñan gravemente la luz opaca y fría
del sol sin su destello, sin su calor sereno.


El circo se disfraza, la patria se desnuda,
la envidia nos despierta, nos mueve, nos consume.


La única verdad es la que nos desmiente:


El circo no termina, la mascarada crece,
el bufo, la corista, el fanfarrón, el santo,


todos en la pista cruel y provinciana.


(A Roberto Díaz Muñoz)

Eugenia Echeverría


Eugenia Echeverría. Cuentista, poeta y periodista cultural.
Yungay, Ñuble 1943.

Como poeta se inicia con el lanzamiento de La INFINITA (Editorial Katún, Mexico, 1983) CUECAS DE MAR AFUERA (Editorial Villicaña, México, 1985 )SANGRE EN EL OJO ,(Editorial Sin Fronteras, Santiago, 1986, GALANARIO,(Bravo y Allende Editores, Santiago) 2003. POR AMÉRICA, Bravo y Allende Editores, Santiago, 2007
Como periodista se ha dedicado al estudio de las culturas populares.
Publicó en 1994 “TEPOZTLAN QUE VIVA LA FIESTA”, premiado con la Beca PACMYC de la Dirección General de Culturas Populares de México.
Ha entrevistado poetas chilenos para la revista mexicana de poesía ALFORJA.
Se dedica a coordinar talleres literarios y al periodismo cultural. Participa en congresos y encuentros literarios .Ha sido jurado en diversos concursos literarios.

Menciona a:




Juan Cameron
Cecilia Casanova
Gonzalo Millán
Elvira Hernández
Alejandra Basualto




POEMAS


De La Infinita:




1


Para hacer un reloj, un calendario
Del tiempo no vivido
Está Elena teje que teje su cabello
Sentada en su sillita
Arriba de la torre
Debajo de la luna
Al borde del precipicio.


2


Señores: llora la señora
Como princesa de cuento
Escoge la silla del balcón
Su perfume predilecto
Desayuna en abundancia
Y llora
Cada mañana
Que es un encanto,
Un premio
De la academia
Su congoja.


3


Ésta es la puerta por donde saldrás
para casarte con otra
para soltar hijos
para gritar muera el partido comunista
para echar panza y economías en el banco
para olvidarte
malamente
de nosotros.


4


Ser íntimos a ratos
Y
La mayor parte del tiempo
Solitarios
Traficando sueños donde ninguno de los dos
Puede entrar
De la mano del otro.