Oscar Saavedra


Oscar Saavedra Villarroel. (Santiago de Chile, 1977).
Licenciado en Educación. Becado por la Fundación Pablo Neruda en el 2005.

Ha participado en encuentros nacionales e internacionales de poesía, Chile Poesía, Cielo Abierto, Perú, Gira Bolivia 2009 o érase una vez La Paz-Cochabamba, Bolivia, entre otros. Ha obtenido varias menciones en diversos concursos (Juegos Florales Gabriela Mistral 2008). Un adelanto de su proyecto poético dOPING hISTÓRICO fue publicado en "Anomalías, 5 poetas chilenos" (Editorial Zignos, 2007). Tecnopacha (Editorial Zignos, 2008)

Poemas suyos han sido traducidos al portugués en la Antología Latinoamericana Bilingüe “Tránsito de Fuego”. Es editor literario de la revista indie.cl, coordinador del encuentro nacional de poesía Descentralización Poética y director de la editorial Andesgraund.

blog: http://www.poetandesground.blogspot.com/
oscarsaavedrav@gmail.com


Afinidades electivas:

Marcela Saldaño, Juan José Podestá, Juan Malebrán, Daniel Rojas Pachas, Marcela Parra, Jorge Velásquez, Mario García, Harry Vollmer, Roxana Miranda Rupailaf, Cristian Antillanka, Bernardo Colipán, Bruno Serrano Navarro, Ana Rosa Bustamante, Alejandra Contreras, Arnaldo Donoso, Eduardo Leyton, Silvia Rodríguez, Alberto Navero, Andrea Ocampo, Ángel Valdebenito, Carlos Cardani, Elvira Hernández, Jaime Huenún, Juan Cameron, Carlos Henrickson, Raúl Hernández, René Silva, Juan Santander, Alejandra del Río, Víctor Hugo Díaz, Aída Osses, Víctor Munita, Claudio Faúndez, Juan Eduardo Díaz, Absalón Opazo, Amanda Durán, Daniel Tapia, Cristian Lagos –Condemarzo-, Felipe Becerra, Marcos Arcaya, Oscar Petrel, Persus Níbaes, Elizabeth Neira, Mauricio torres Paredes, Rodrigo Gómez, Cristián Arregui, Floridor Pérez, Omar del Valle, David Aniñir, Andrés Florit, Egor Mardones, Cristóbal Eduardo Gómez, Manuel Vallejos, Nicolás Miquea


Poesía:


de Pachas


Me vine cabalgando en mi caballo-moto. En mis pesadillas cósmicas Andes. En las hijas hijos de Pacha Mama/ Pacha Hombre. Entre las tribus y sus costumbres.
¿Qué hacer ahora en estos pasadizos de visiones extrañas?
Me ahogo, Mama, me ahogo y dile a Pacha Hombre que no venga, dile que me deje estallar en palabras:



[Es que se detonan todos los músculos de mi corazón, y tengo que decir, tantas, tantas, tantas cosas y este ethos nace renace, ¡maldición!]


Cómo toca a su hija, cómo le baja su país,
cómo sube por sus montañas, cómo se monta
al caballo del norte arisco, cómo moja su tierra,
cómo levanta la serpiente y viola sus mares,
cómo ella dice papi basta, cómo dice pacha en vez de papi,
cómo le dice al oído su himno perverso, cómo flamea su bandera
seca en la cama, cómo le inyecta ánima a sus fantasmas,
cómo le rompe el himen de su cordillera,
cómo la ciudad escucha esta coprofagia,
cómo se toma el veneno de sus ríos,
cómo le da a beber el veneno de sus ríos.
Mira qué descendencia, mira qué tipo ése,
mira como ahora él vuelve a tocar a su hija,
cómo le vuelve a bajar su raíz,
cómo le hace un machitún a su conciencia, a sus lagos,
a sus Ganges.
Observa cómo lo hace, cómo se lo hace.
Cómo ella dice patria en vez de papi,
y cómo papi dice ser su patria.


[Hay un volcán que persigue a la Mama, saboreándole su origen]

Sin tu cuerpo sin siquiera tu cuerpo
padre, sin tu mama, ni tu pétalo de carne-Pacha.
Si Pacha, padre, viola. Si viola, Mama, tus mares
y de repente escupe semen en tus montañas
y ves, Mama, cómo Pacha Hombre
abre tus piernas Mama, cómo él pone su serpiente
en tu hija, madre, tu hija adora la serpiente-pacha
Mama, tiene hocico de Bulldog,
cuello de camello, ojos de Cleopatra
y su Pacha con su rojo menstruación
vomita ríos, vomita lagos hasta la
represa / láctea. Dame tus tetas Pacha,
dame la noche púrpura de tus tetas, Mama.
Pacha Hombre tiene testículos volcánicos
semen sanguijuela, cárceles en sus pestañas,
barrotes en su piel, dictaduras en su aliento
Mama, por qué Pacha, Mama:
si tu hombre es la comarca/ movediza/ séptica,
si tu hombre es la jauría/ tribu/ norma capital,
si tu hombre te posee/ viola,
si él mismo se hace llamar tu raza
Mama: por qué Pacha entonces, por qué Pacha,
si tu Pacha Hombre levanta los dedos altiplánicos
y denuncia a tus óvulos,
a tu parto, a tu origen, a tu Ethos maldito.


[Que no arranques, que lo sigas, que estos cielos cósmicos de mi ciudad sin nombre enceguecen y no es una ceguera nieve, es una ceguera volcánica]

Síguelo. Pacha Hombre lleva a tu hija. Él, Mama,
tiene su Mujora bajo el catre. La Umbra/ Hembra le dice:
por qué te acercas tanto como si te acercaras a un país invisible, con telas en medio de las montañas. Paíscidio es acercamiento
dice Pacha Hombre anda con la Hombra al hombro
de su representación escrita en el cielo.
Sigue, ve y dile al Monstruo Ander, con tu apariencia de moja crucificada,
que Pacha Hombre anda medio tísico.
Parece que el muy romántico, el muy patrullero panóptico
tiene la sonrisa barda de la lírica, la lárica,
la lira esterlina de su cerebro Hitler.
Anda, no hagas caso, Pacha hombre tiene un diente de leche
entre los calzones de su Mujora,
como ya ves, la tierra seca no detiene los pasos,
los avejenta.
Pacha Hombre tiene el cuerpo griego, musculoso;
difícilmente lo podrás coger y golpear contra el origen
que de repente te sale un ethos
de lágrima.


[Las lágrimas se me cuelan por las rendijas de mis ojos salados de realidad]

La Hombra camina a pasos agigantados, atrapa entre sus piernas :paisajes, maleas, arenas y playas; tiene prisa,
prisa la ansiosa que mira a Pacha Hombre
lujuriar su pensamiento Hitler, sus neuronas Mussolini.
La Hombra escribe en su hermético dialecto citadino
pensando que la vida le dará la fama nuclear de su estilo pasarela.
Mira qué vestido usa. Qué anda trayendo. Parece que
su país se le moja, se le quiebra, se le evapora por sus ciudades.
La Hombra, junto a su Mujora, pide a Pacha Hombre
zurcir la lengua natal de su batalla transcultural
de las esquinas de sus lares comunales. Viste, le dice,
¿viste ese gesto de muralla/grafiti? ¿Viste la tristeza
grafiti dibujada en el gesto de esa muralla?
Parece que se le queman sus costas, sus fronteras,
sus Espunkas de agua dulce, la marinera citaditadina
de la Endesa forma de sus ojos
sueño americano; bien Chicana, bien Naca, bien spanglish
su lenguaje de toro-gato.
Con su vestido rojo menstruación
la Hombra, quiere violar al Monstruo Under,
engendrar la tristeza inconsecuente
de los mares en sus ojos cohibidos
por ese gesto, por ese único gesto,
de respirar un país y vomitar una tierra.


Daniel Rojas Pachas


Daniel Rojas Pachas (1983), escritor y Profesor de Literatura egresado de la Universidad de Tarapacá, reside en Arica-Chile donde ejerce la docencia universitaria y cursa el magíster en Ciencias de la comunicación en su casa de estudios. Dirige el Colectivo y taller Literario Clepsidra, es Miembro fundador del Grupo literario MAL y actualmente edita la Revista Literaria virtual y editora Cinosargo. www.cinosargo.cl.kz

Ha publicado los poemarios Música Histórica y Delusión en el 2006 y 2007 (autoedición) y Gramma en el 2009 con Editorial Cinosargo, en investigación ha publicado Realidades Dialogantes, un análisis pragmático de cinco novelas Latinoamericanas Generacionales, por el cual fue beneficiado el 2008, con el fondo nacional de fomento del libro que otorga el consejo nacional de la Cultura y las Artes de Chile.

Actualmente su publicaciones aparecen periódicamente en revistas literarias nacionales e internacionales, en la Linterna de Papel del Mercurio de Antofagasta y ha sido seleccionado para formar parte de la Antología de poesía 2009, ediciones Jaguar de México.

Más información en su weblog Personal: http://www.danielrojaspachas.blogspot.com

Afinidades electivas:

Oliver Welden
Juan Manuel Silva Barandica
Alexis Donoso
Eduardo Farias Alderete


Poesía:

I
Texto

(((ecos))) timbrespaciados coros, largas piernas fronterizas, (((ecos))), ¿…?, (((ecos))), carne, (((ecos))) & olores, ocultos en fragmentos, líneas del pasado, trozos, cuerpos en
descomposición, cámaras abiertas, (((ecos))), seductoras células en cada espacio-tiempo……………….. timbre rincón hecho de carne, más carne, cerros grises, (((ecos))) fosas comunes (pequeñas fálicas coqueterías, devoran dulces colores) & espirales ojos, abren (((ecos))) inertes letras, pétreos sonidos – eclosión de mundos que chocan & más carne cubierta de tela (((ecos))) velocidad, violencia deforme -cuerpos sin catarsis –ruidos guturales (((ecos))) inter-ferencia; una transmisión del futuro – un cíclico intertexto -(((ecos))) citas, ficciones verdaderas entrepiernas sudorosas, botellas, carne (((ecos))) desde infinito dolor, olor, fragmento invisible, carne del trans-seunte inmóvil (((ecos))) memoria (((ecos))) poetas, desgarro textos en una cámara de (((ecos))) en cada cuarto abierto.

(Publicado en Gramma – Cinosargo 2009)

X
Comunicado.


Y aquí… estamos FELICES… erectos de sinceridad… Apagando cada palabra gastada en el camino. Y pariendo a gusto la mudez… el olvido como pulcros mamíferos de la vanidad… (Cambia de canal, la interferencia me provoca jaqueca.) vamos… vamos que para eso están aquí, hay que verlos… sonrientes víctimas de la necesidad… las señales hacia el fin, un gran plano de eléctricos giros que nos gusta llamar destino…
No podemos ignorarlos… hay que gozar…como si hubiese en realidad un camino, una palabra, un gesto urgente de hacer (Apaga entonces, hoy no tengo ganas de mentir) pero los gemidos, siguen allí… vale la pena intentar, robar un poco de aquel placer, elevar algunos falsos testimonios, edificar algunas parábolas para completar el gran libro… no te parece… y pretendiendo, falseando la suma de incertidumbres, deleitar nuestros sesos en el ocio. (Muchos pasan por su lado) Muchos pasan y besan los pies de la esfinge, eso es lo correcto… se dejan bañar por sus jugos seminales y siguen firmando, afirmando la contramentira, la masacre, el trauma y en la esquina, sin ojos, la vuelta de mano construye la profunda negación, algunos tullidos hermanados se debaten bajo el cielo cubierto de matrices, bailan el fracaso, qué hermoso, qué bello, el milagro sincero de nuestra carnadura y trinidad, un masturbatorio vuelto cementerio… Qué hermosa tentación pintada de rojo con las llagas del tiempo.

No me digas que no te provoca darle un mordisco. (…)
Dime que no te excita la idea de tirar sobre los restos del mundo (…)
Dejar una parte tuya, empapando de virginidad aquel claustro de discursos. (…)
Eres una mentirosa…. Tu sonrisa hipócrita… (…) compite con cualquier voyerismo (…) Insistes. (…) Una vez más (…) prefieres mirar todo…desde el borde, repetir el plato de las ocho, al mediodía tragar y durante la última edición, volver a devorar el aire con mentiras… tan poco elaboradas… pero ese bulto en tu entrepierna no me engaña, (…tengo miedo, mejor suéltame, nos están viendo, saben nuestros nombres, puede que no lo quieras creer …pero coleccionan nuestras huellas) …lo puedes oler, mira allí…
mira, van juntitas de las manos, y maquilladas… las cuatro montando su caballo de latón. La mayor, desnuda, policromada, flota con sus vísceras expuestas, y desde ellas, bien negras como debe ser… el clínico interior del infinito nos abofetea… danza mejor… bien vestida y embetunados de grasa, cada centímetro pintado …que bella, qué sonrisa más linda, parece esa niña de rizos de oro en una película sin color… sin aliento, sus manos invitan a cantar, sí, otra pulgada del mismo ambulatorio oxigeno (De que hablas, por favor cállate, no quiero saber, deja que me vaya… en serio, te amo de verdad que sí… pero por favor… no, no… mejor no me dejes ir, no… que digo… debo salir, debo hacerlo, aún cuando debamos estar juntos… una vez que acabe todo, ¿cuándo?… cuando sea necesario… ver todo desde esta pantalla, juntos… en este lugar transparente de ranuras… lubricadas… sí… siguen siendo la madre infesta de… y mis labios y los tuyos, tú… qué tal… cómo lo sientes, un ménage à trois ummmmmmmm Tal Vez un rápido cambio de versos, ensali-bando el juego. (quizá otro día)

Los días son la ilusión y la guillotina se acerca, ¿qué dices?… qué… aún no te cuentan esa historia. Dios Santo diría si creyese, si fuese aún posible tener fe en algo… que falta de cortesía de mi parte… pero descuida yo haré las presentaciones, no sé si lo recuerdes… probablemente no habías nacido, pero a mi… me mandaban a dormir con la imagen de hombres practicando tiros sobre el cuerpo de esos críos… eso era lo correcto

(mejor déjame morir en paz) Como quieras… adiós… nos vemos mañana, si todo no ha terminado aún…

(Publicado en Gramma – Cinosargo 2009)



Revelación de María (Fragmento - inédito)

No avanzar,
abrazando la intuición de los mudos era la nueva promesa
y se dejó hundir
besando a cada muerto,
saludando la crisis de nuestra era en las manos y torsos acorralando su respiración.
Y le creí –perder es nuestra consigna -

El amuleto que da molde a la orfandad que nos corroe
–Suéltame fue lo último que sus ojos pronunciaron
y en la escritura
lo vi partir como una balsa hecha de cadáveres.

Su cabeza envuelta en un saco, mi hermano pequeño, la silueta del perdón,
sustrajo mi palabra de aquellos derroteros en busca de un hogar
aunque no supiese que es tal.
¿Pueden trazar los caminos de regreso, la bitácora de un dilatado adiós?

Y con sus huesos a cuestas
como la única seña de un pasado y raigambre
comenzó el peregrinaje por rutas insondables.

Y vi a los grandes profetas del último tiempo
vender sus vidas por un texto que les significara mil más.
Los vi cruzar fronteras condenadas
y congregarse en las catedrales de todas las ciudades del mundo
buscando mujeres que entendieran su sacrificio,
que secaran sus lágrimas
estando dispuestas a otra ronda.
Los vi atorarse de pastillas para cuidar la noche
traficar momentos
y moverse en busca de un depósito
lo suficiente oscuro
para leer como una manada extinta
las líneas finales de su pueblo
y los acompañaban las sacerdotisas,
bellas, jóvenes
entregando sus cuerpos salvajes por un verso
y todos andaban
con sus libritos de oraciones bajo el brazo
repitiendo entre murmullos
el mismo juego
palabras llenas de tierna cólera
oníricas aves y viajeros trasnochados
con nuevas viejas maneras
de quebrar la piedra del molino.




“Nunca salí…”

…estos años, tan pocos si pensamos el universo… puedo afirmar con mayúscula irredención… he perjudicado a cuantos han estado junto a mí… niños, niñas, mi propia infancia ha sido un ruego machacado en el mazo de agonías y vamos todos como dementes moliendo sin delicadeza los órganos de quienes amamos / esos pequeños ojos que perciben los colores y el justo aroma, sin una coartada, sin una espera, sin una noble indiferencia y la curiosidad es el arma que va colando a tiros mis pasiones sobre el cuerpo de esa niña astral que impregna de felicidad cada célula y cada cuerda de la materia en un plano que ya dios quisiera poder trazar en su arquitectura imperfecta pero él no tiene tus armas y la poesía es su lengua en mi garganta destrozando pliegue a pliegue las cavidades de la cordura que ve dilatarse sin paciencia y con emoción como un efluvio mágico y sangrante… pero todo tiene un fin y la amarga carnadura es la soledad de los otros y el infierno que somos todos en el mismo cuarto… ahogados por los roces y la conspiración del sudor sobre el pecho… No encuentro gracia mayor al rito de suicidarse… es mejor afrontar a diario esa tarea… con la esclavitud de un sol que todos los días aparece en extinción por la misma irrisoria esquina.

(Del poemario Cristo Barroco – Inédito)

Juan Eduardo Díaz


Juan Eduardo Díaz
Poeta nacido el 8 de agosto de 1976 en la ciudad de San Bernardo, es creador de los libros poéticos:

Sombras de Valparaíso

Autoeditado en Ediciones del Andén, San Bernardo 2001

Ángeles ebrios
Autoeditado en Editorial La Cáfila
Valparaíso 2002

del diario de Teresa y Sylvia
Autoeditado en Editorial La Cáfila
Valparaíso 2005

Carta de Ajuste Antología de poetas inéditos en Valparaíso
en co-autoría al poeta Antonio Rioseco Aragón
Autoeditado en Ediciones Cataclismo
Valparaíso 2008

Claveles
Ediciones Caronte
Valparaíso 2009

Ha sido publicado además:

En la revista Avance Cultural del Círculo de Escritores de La Cisterna (1999)
En la Séptima Antología Poesía Prosa, editado por el Ateneo de San Bernardo (2000)

La plaquet Siete Poemas de ángeles ebrios
de la serie Cuadernillos Poéticos
publicado por la Casa de la Cultura Manuel Magallanes Moure y Maipo Ediciones
San Bernardo 2000

En la antología de cuentos
La Cómoda y otros cuentos (2002) y en la antología poética
Señales en la Piedra (2003)ambos editados por el Centro Cultural Balmaceda 1215
Región de Valparaíso

El catálogo del XXIV Concurso
Nacional de Arte y Poesía Joven
de la Universidad de Valparaíso (2002)

El libro Historias de Bares, antología de
cuento y poesía del IX Concurso Literario
Eusebio Lillo de El Bosque (2005).

Afinidades electivas:



Poesía:

Esta mujer no lee poesía

¡Ah!
que tus dagas de papel cortan mis manos
contaminan mi sangre
y excitan envidioso el verso.
Maiakovski
algún día el roneo de mis libros
gastará tu nube arrebatada al hombre,
sanguinarias calas negras
esperarán fuera de tu nicho
y definitivamente la mujer del teléfono
lamerá mis labios,
desnuda hojeara algún poeta ruso
sin leerlo,
porque ella no sabe de poemas
ni siquiera sabe que hay poetas rusos.


Ángeles Ebrios
(Ediciones La Cáfila, Valparaíso 2002)

retazos, sábado 13 de agosto

Porque es absolutamente necesario hacerlo, porque debiste creerme
cuando te lo prometí.
Éstos son nuestros momentos, te los devuelvo con todo el amor que
puede soportar un reencuentro.
Éste es nuestro diario, sin edades vividas, ni fechas reales, sin tiempo.
Entre las líneas verás pasar una a una las estaciones, en tu piel ya no
sentirás la tibieza repetida de crueles soñolencias, esas que susurran
mi nombre junto al tuyo y bajo la almohada.
Porque tú y yo somos hembras y es malo serlo, es terrible de vez en
cuando llorar porque sí, y tomarte de la cintura y besarte en los labios.
Estos son los retazos, porque nunca supe decirte las cosas.
Porque en estos melancólicos ojos alguna vez te miraste.
Esta mi desmallada voz susurró tu nombre, ahora mi heroica y ferrosa
alma, insufrible al dolor, se dobla a seguir queriéndote, aunque sea
ahora la última vez y nunca más lo vuelvas a oír del resquicio de mis labios…

del diario de Teresa y Sylvia
(Ediciones La Cáfila,Valparaíso, 2004)

Teresa ya no

Teresa ya no llora tendida en su cama, aguarda quieta como una
fotografía.
Cual Penélope a la espera de su amada, se pasea fantasmal por la
calle,
pero nadie la ve, nadie la toca, nadie la siente suspirar, sollozar en
los fríos días de invierno,
y cruzarse entre las parejas dejando un silencio atroz en la espalda.
Teresa ya no escribe cuentos, ni poemas, no realiza rituales por las
mañanas, ni por las tardes,
no le teme a satanás que la miraba pasearse desnuda en el patio de
su casa,
nunca creyó en dios, ni en su sombra proyectada como una herencia.
Teresa cambió su nombre y se inventó el de Sylvia, relegó su
nostalgia al recuerdo y lo olvidó todo.
Teresa cosió sus parpados y cortó su lengua a la gloria de un nunca
más en la vida.
Teresa no leyó a Alejandra Pizarnik, ni besó nunca a Anais.
Teresa ya no escribe cartas de amor.
Teresa ya no lee, ya no habla.
Teresa ya no escribe…


del diario de Teresa y Sylvia
(Ediciones La Cáfila,Valparaíso, 2004)



Los claveles
no huelen a cementerio

No sé cuál será el día al borde de los huesos
continuados uno a uno atrozmente
como anaqueles invisibles, algunos recuerdos

se descuelgan atacando florestas, mansedumbre
que asusta al amanecer.
Los claveles no huelen a cementerio, el abedul

llora imitando a un sauce, es que al fondo de la tumba
hay un charco de agua. Pero no te preocupes vidita
que son los cementerios los que huelen a claveles.

Claveles
(Ediciones Caronte, Valparaíso 2009)