Fernanda Arrau nació en Acesita, Brasil, el 19 de julio de 1980. Egresó de Licenciatura en Literatura, Mención Escritura Creativa en la Universidad Diego Portales, en donde participó en los talleres literarios de Andrés Morales, Soledad Fariña, Raúl Zurita y Andrés Andwandter, entre otros. El año 2003 obtuvo la beca de creación Gabriel & Mary Mustakis, gracias al que participó en el taller de poesía de Elvira Hernández, en la Biblioteca Nacional. Antologada en Sic, fruto del taller antes mencionado, también poemas suyos han aparecido en Voces germinales y en las revistas Grifo, Reverso, Badmintong y Ciber Humanitatis. Es Diplomada en Gestión Cultural en Educación y Magíster en Gestión Cultural de la Universidad de Chile. Actualmente escribe en: Pentagrama Poético y Creamundos.
Realiza talleres de creación de libros para niños, y autobiografía y poesía para adultos.
Nombra a:
Soledad Fariña Verónica Zondek Lila Díaz Carmen Berenguer Malú Urriola Elvira Hernández Teresa Wilms montt Olga Orozco Paul Celán Elicura Chihuailaf Bruno Serrano Leonel Lienláf Raúl Zurita Fernando Pessoa Nicanor Parra Violeta Parra Daniela Navarrete Pablo Paredes Pablo de Rocka Estela Díaz Varín
Realiza talleres de creación de libros para niños, y autobiografía y poesía para adultos.
Nombra a:
Soledad Fariña Verónica Zondek Lila Díaz Carmen Berenguer Malú Urriola Elvira Hernández Teresa Wilms montt Olga Orozco Paul Celán Elicura Chihuailaf Bruno Serrano Leonel Lienláf Raúl Zurita Fernando Pessoa Nicanor Parra Violeta Parra Daniela Navarrete Pablo Paredes Pablo de Rocka Estela Díaz Varín
Poesía:
Eva
mi boca
escupe plumas
hasta vaciar por completo
mis costillas
la caída las ha teñido de rojo
hoy creo que perder mis costillas
fue un gesto innecesario
descubro que mi cuerpo
fue hecho
de residuos
de palomas
Tenía siete años
me gustaba coleccionar pájaros muertos
y preparar el funeral a los gusanos
luego de regalarles
un baño de sal
tenía siete años
me gustaba comer hormigas
las encontraba saladas
les preguntaba
acaso a ellas
les gustaba el agua
tanto como a mí
les daba a probar
de a poquito
de mi vaso
pero entonces
ya no hacían cosquillas
bajo la lengua
Ellas
hablan dentro de mi garganta
atragantándose voces
sin saber yo
con qué razones
mientras duerma despierta
o despierta duerma
tratando de poner tapones
cada vez más profundos
a cada una
de ellas
En mi cuerpo habitan tres mujeres
la niña la vieja y la que soy
Una llora la otra habla
la otra está en silencio riéndose de ambas
Las tres esperan que caiga la noche
convencidas que con ella viene otra muerte
que la cabeza amanecerá más limpia
que el problema de la mala memoria
afición a la agüita de melissa
y bloqueos mentales que comparten
hará efecto al caer la luz
Tres viejas ríen
Antes de quedarme dormida
debo aquietarlas
al menos hacer
que se pongan de acuerdo
para un momento de silencio
Comulgan susurros entre dedos
cegueras
entre lucecitas pegadas
a muñecas sin rostro
aparecen en mis pesadillas
con los ojos encendidos para recordarme
lo que ha sido de ellas.
La ronda
mi cabeza juega a la ronda
tampoco ella
me pide permiso
juega sola
me invita a veces
nunca recuerdo
cómo termina el juego
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