Elizabeth Neira


Elizabeth Neira es poeta y artista visual. Ha desarrollado un trabajo preformativo donde fusiona la literatura, la plástica y la performance. Con esta propuesta ha participado en diferentes encuentros de poesía y performance como el Festival Novíssima Verba el 2005 en Lima y el Cuzco, Perú; el Festival Iberoamericano de Poesía, Estoy Afuera, en 2005 en México DF; el Festival Latinoamericano de Poesía, Salida al mar, el 2004, Buenos Aires, Argentina, el Festival Internacional de Performance Performagia, Mèxico DF el 2006 y en la última edición del Encuentro Internacional de Poetas Chile Poesía (2007). También participó del Proyecto Subcutánea, el museo fuera del museo, organizado por el Museo del Chopo, durante mayo del 2006 en la estación Pino Suárez del metro de la Ciudad de México. Ha publicado textos poéticos en distintas antologías en Chile, Argentina, Perú, México y España. Es autora de los poemarios “Abyecta” Al Margen Editores, Santiago de Chile 2003, segunda edición por Editorial Limón Partido, México DF 2006; “El soliloquio de la reina”, Editorial Junco & Capuli, Rosario Argentina 2004 y “Bolivia”, Zediciones, Mendoza, Argentina.Ha sido becaria del Fondo para las Artes del Gobierno de Chile en dos oportunidades.




Afinidades electivas:


Huidobro
Mistral
Lihn
Lira
Carmen Berenguer
Pancho Casas
Pedro Lemebel
Parra
Sergio Parra
Juan Luis Martínez
Bruno Vidal




POESIA:


El tiempo no fue generoso con nadie


“Ningún prisionero recobró el equilibrio sexual
Depresiones, impotencia, insomnio...
erotismo disperso en idiomas, lecturas,
juegos, música y gimnasia”.
Jim Morrison



A nosotros las reinas
a las que todos querían dar por el culo
aunque nos doliera
aunque nos atoráramos gritando que ¡No jetón!
¡Te digo que no!


Nosotras
caderas enfundadas en vinilo negro
y los ojos rojos
como dos semáforos
Colocadas, borrachas, voladas, pero conscientes compañero


Nosotras
las que empinadas en plataformas aleopardadas
ordenamos cada noche nuestra morena
contundencia en complejas estructuras
para sembrar el deseo


Nosotras
divinas hasta la intoxicación
violadas hasta el cansancio
inspiramos poesía en bares asquerosos
Besamos en la boca
y le dimos de mamar, de nuestros pechos rabiosamente igualitarios
a toda la sociedad de los
poetas-muertos-de-borrachos


Nuestras camas fueron sociedades anónimas
y para qué decir lo abiertas
Estrellas de la noche, abortivas de día


Nosotras
las de entonces
ahora estamos solas
nuestros novios proxenetas encontraron trabajo
y se casaron con sus secretarias
Ahora tienen úlceras y un vientre planetario


Ahora nos dicen perras.
ellos
los fornicadores
Algunos se postulan para huevadas y en la micro vemos sus nombres en las paredes de los eriazos


En tanto los poetas
cargan mortificados y silenciosos la herencia
insalubre de antiguas residencias prostibulares
Pila de jetones
que creyeron que mientras más putas cogían eran mejores poetas
Esos, ahora son funcionarios municipales
y por suerte
por stress
sus focos infecciosos ya no se erectan más


Esos
resignados
todas las mañanas
relamen su fracaso en el seno de sus mujeres santas
que por santas
a esa hora
la piel ya les huele a detergente
A esa hora los poetas – funcionarios
se convulsionan en los baños por la deuda hipotecaria
y porque la santa tuvo un apetito terreno el otro día y se compró una crema “carísima”
a ver si así se le compone la ruina del rostro
mapeado por los excesos de su poeta


Los otros
los verdaderos
los bellos
Esos animales hermosos que nos amaron a todas
y que dejaron la vida en las plazas
en las protestas, en cada vagina que besaron y mordieron
Esos héroes insolentes
que arrancaban los jugos hasta de las piedras con sólo mirarlas
Se mueren de a gotas en los manicomios
A ellos
de pronto
les aparecieron madres y parientes
que no dudaron en encerrarlos
Los que tuvieron suerte
alcanzaron a depositar su delirio en clínicas privadas
los otros
se fueron sin trámite a Avenida la Paz
Como antes sobre nuestras piernas abiertas
ahora duermen sobre sus excrementos


El tiempo no fue generoso con nadie
Tenían razón aquellos que nos asfixiaban
Ni para los revolucionarios de gobierno
ni para los intelectuales de derecha
Menos para las reinas


A nosotras, las reinas
tanto amor peregrino nos comió las puertas
de la maternidad, pero más que eso
y que los abortos baratos
fue tanto maldito abandono
lo que terminó por ahuecar nuestros cuerpos y nuestros corazones




Militante ejemplar


“La burguesía es la clase
antipoética por excelencia’’

Hegel




Nosotras
bellas sirenas aullando en la noche fresca
de nuestra juventud de oro
tetas como la leche y mirada al borde del desmayo
Amantes perfectas de kermesse de colegio de monja
Sólo besos
vigilados por las palmeras y la mirada de los papis
Los manoseos vendrán después
Pero entonces
parecíamos confites recién hechos por la abuela
humeando olores dulces en bandeja de plata
el baile era nuestro
y una horda de príncipes babosos mosqueaban alrededor


El noviazgo largo como la mejor de las latas
luego campanitas nupciales en nuestra ventana
tañidas por los papis
nosotras
ahora, depiladas, encremadas con menjunjes carísimos
y el sexo encintado igual que el bizcocho de novios
y tantos regalos
al fin el refrigerador de cien puertas
la vida en rosa catálogo
y nosotras
ahora rubias
prolijamente corregidas
militantes ejemplares del proyecto mayor


Pero
¿En qué momento nos convertimos en estos animales estragados?
que caminan a empellones por las calles
premunidas de bolsas como cañones por los flancos
feroces, económicas, gastronómicas
cosméticas, maternas, carcelarias


¿Cómo llegamos a convertirnos en esta especie de reptiles horribles,
que castran a sus machos y devoran a sus crías?


Desde algunos años
el olor a fracaso se perpetúa en las paredes color pastel de la casa
en cada hebra de las cortinas
en el tapiz de las sillas
como un guiso mal hecho
El fracaso
partiendo las biografías
para su mejor embalaje
lo mismo que las sandías
condenadas por su exuberancia
a vivir cuadradas en las bodegas de los barcos japoneses


Como una carpa de circo
nos derrumbamos con muy poca dignidad y con mucho estruendo


Entonces vamos al carnicero y le pagamos una tonelada de dinero para que nos faene
Un corte por aquí, otro para allá
Y luego hablamos de eso o de cualquier otra cosa
porque desde hace tiempo
no hacemos más que sonar
Nuestras lenguas sufren
constantes espasmos y convulsiones
no pueden estar quietas
Sonamos fuerte
como antes nuestros catres
Vibramos el día entero
juntando vocales y consonantes
Agotado el espectro de sonidos humanos croamos, balamos, ladramos, piamos, gruñimos y compramos
Compramos como condenadas a muerte
También comemos y algunas todavía vomitan después


Pero sobre todo
vigilamos, controlamos, nos entrometemos, nos infiltramos, asfixiamos finamente
con manos impecables de manicure.




Amor Mío


Ante tus constantes dudas e imprecaciones
qué te puedo decir...



me gusta que me la metan
hasta el fondo
con fuerza
infinitas veces
como un taladro fuera de control


Es verdad que quisiera que una verga monumental y pétrea
más grande y dura que la tuya
me partiera en dos


Hasta la más sucia de tus suposiciones
es cierta
Amor mío
Ante tus constantes dudas e imprecaciones
¡Qué más te puedo decir!

http://www.elizabethneira.blogspot.com/

1 comentario:

Josué Ramírez dijo...

Va, te sigo. Hacer del cuerpo una posición polítca. No estoy muy seguro de la deivisión "Nosotras" y "Ustedes", aunque la historia y sus penosos pesos te den, más que la razón, los pesos de la incertidumbre. No te vi en los performance que dice tu ficha biobliográfica llevaste a cabo en México DF. Preguntaré. Por lo demás, la rabia, el enojo, el grito que ponen los puntos a las íes en tus poemas es si no una novedad sí una fresca mentada de madre al gremio´misógino al que por natura pertenezco. Vale. Hay un poeta español que cuenta híbridas actitudes sexuadas, se llama José Luis Piquero y lo encuentras también es estas redes electivas donde las afinidades están dadas de antemano por lo que se escribe, más que por lo que se asume como actitud. Bueno, te dejo un saludo en la pancarta electrónica de este buzón.